Audiencia con los sacerdotes estudiantes de los Colegios Pontificios eclesiásticos de Roma
“El sacerdote debe ser un hombre siempre en camino, un hombre de escucha y jamás solo: tiene que tener la humildad de ser acompañado”: ha respondido Francisco a la pregunta de un seminarista.
El Papa se reunió en la mañana del viernes, 16 de marzo de 2018, con seminaristas y sacerdotes estudiantes de los Colegios Pontificios eclesiásticos de Roma, en el aula Pablo VI del Vaticano, ha informado ‘Vatican News’.
En un entorno familiar con cantos, oraciones y lecturas, reflexión y diálogo abierto, el Pontífice ha respondido a cinco preguntas centradas en la formación y la espiritualidad sacerdotal, dio indicaciones y recomendaciones y no hizo faltar sus bromas y sonrisas.
El encuentro comenzó con la acogida del Pontífice en un clima de fiesta, seguido por el saludo del Card. Beniamino Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero.
“Siempre en camino”
La primera pregunta ha sido leída por un seminarista francés en representación de los europeos: pide al Pontífice cómo tener junto el ministerio presbiteral con la humildad de sentirse discípulos y misioneros.
El Santo Padre le respondido que “el sacerdote debe ser un hombre siempre en camino, un hombre de escucha y jamás solo: tiene que tener la humildad de ser acompañado”.
Discernimiento
El discernimiento es fundamental para ir adelante y para comprender lo que está bien y lo que está mal –ha contestado el Papa a la segunda pregunta, leída por un seminarista africano de Sudán–.
Francisco precisa que son dos las condiciones para un verdadero discernimiento: que se haga en la oración ante Dios, y que se haga confrontándose con otro, una guía capaz de escuchar y de dar orientaciones.
“Cuando no hay discernimiento en la vida sacerdotal –ha puntualiza el Santo Padre– hay rigidez y casuística. Hay incapacidad de seguir adelante. Todo se vuelve cerrado, el Espíritu Santo no trabaja. Francisco recomienda a los sacerdotes que tomen al Espíritu Santo como compañero de camino y dice que a menudo se tiene miedo del Espíritu Santo, que se lo quiere enjaular”.
ormación humana
El Papa subraya la importancia de la formación humana del presbítero: Un sacerdote mejicano habla en nombre de aquellos llegados de América Latina y pregunta al Santo Padre cómo se puede salvaguardar el equilibrio integral del sacerdote a lo largo de toda su vida.
Es necesario ser personas normales, humanas, –dice– capaces de gozar con los demás, de reírse, de escuchar en silencio a un enfermo, de consolar dando una caricia. Es necesario ser padres, ser fecundos, dar vida a los demás. Sacerdotes padres –concluye– no funcionarios de lo sagrado o empleados de Dios.
“Carácter diocesano”
El Papa ha respondido que es necesario el “carácter diocesano”, al ser preguntado por las características de la espiritualidad del sacerdote diocesano, pregunta que ha formulado un presbítero estadounidense.
“Que significa que el sacerdote debe cuidar la relación con el propio obispo, aun si fuera un tipo difícil, con sus hermanos presbíteros y con la gente de su parroquia, que son sus hijos”. Si trabajan en estos aspectos –ha afirmado Francisco– se volverán santos.
“Conocer los propios límites”
Un sacerdote de Filipinas ha preguntado al Pontífice sobre la formación permanente. El Papa recomienda que se cuide la propia formación: humana, pastoral, espiritual, comunitaria. Y dice que la formación permanente nace de la conciencia de la propia debilidad.
Es importante conocer los propios límites. Además, sumergidos en la cultura contemporánea, preguntarse cómo se vive la comunicación virtual, cómo se usa el propio celular; prepararse a enfrentar las tentaciones sobre la castidad –que llegarán, dice el Papa– y después, cuidarse de la soberbia, de la atracción por el dinero, del poder y de las comodidades.
Zenit