La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), expresó su dolor por el asesinato de los tres periodistas del diario El Comercio de Quito, asesinados por un grupo formado por disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), luego que fueran secuestrados el 26 de marzo en la frontera con Colombia.
La muerte de los miembros del equipo periodístico de El Comercio, integrado por el reportero Javier Ortega (32), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60), fue confirmada este 13 de abril por el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, quien ayer jueves había dado 12 horas de plazo a los secuestradores para presentar alguna prueba de vida de los periodistas. El plazo había vencido este viernes a las 10:50 a.m. (hora local).
“En este momento de dolor y honda preocupación, nos unimos en una profunda y sentida oración por el eterno descanso nuestros hermanos Javier Ortega, Paúl Rivas, Efraín Segarra, secuestrados y vilmente asesinados, a la vez que expresamos nuestra cercanía y solidaridad a sus familiares por tan irreparables pérdidas humanas, como también a todos los comunicadores que arriesgan su vida por darnos a conocer la verdad de los hechos”, expresó la CEE en un comunicado.
Los periodistas fueron secuestrados el 26 de marzo mientras realizaban reportajes en el poblado costero de Mataje, en la frontera con Colombia. Luego de la confirmación, el sitio web del diario fue puesto en blanco y negro en señal de duelo.
Por su parte, Moreno anunció que una recompensa de 100 mil dólares para quien dé información sobre el paradero de Walter Arizala Vernaza, alias Guacho, responsable del secuestro realizado por el llamado frente Óliver Sinisterra, integrado por disidentes de las FARC.
En su comunicado, los obispos pidieron a los Gobiernos de Ecuador y Colombia reforzar lso sistemas de seguridad.
Asimismo, instaron “a los grupos políticos y sociales armados, a deponer el uso de la fuerza para superar las injusticias y a unirse a las iniciativas de diálogo y respeto para construir una auténtica democracia, libre de toda forma de corrupción y violencia”.
“Como Iglesia, inspirados en principios éticos y espirituales, queremos ratificar nuestro firme compromiso de seguir trabajando, junto con todos los grupos sociales, políticos y religiosos, por una sociedad más pacífica, justa y solidaria”, añadieron.
ACI Prensa