El Papa ora a la “Virgen del Milagro” por la paz en Siria y en el mundo

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Después de la oración del rosario y de las letanías de la Virgen María, el Papa dio su bendición.

El Papa Francisco ha ido en peregrinación al santuario romano de Nuestra Señora del Amor Divino, para orar por la paz en Siria y en el mundo, con motivo del comienzo del mes de María, y de la fiesta de San José obrero, este martes 1 de marzo de 2018. El Papa rezó el rosario en el antiguo santuario, frente a la imagen de Nuestra Señora del Milagro.

El santuario romano del “Divino Amore” – el “Amor Divino” – a unos quince kilómetros al sur de Roma, en Castel di Leva, es muy querido por los romanos: es el objetivo de una peregrinación tradicional con antorchas, a pie, el sábado por la noche, en Via Ardeatina.

El origen del santuario es la intervención de la Virgen María en favor de un joven viajero perseguido por perros callejeros, en 1840. Aterrorizado, alzó los ojos hacia la torre de un antiguo castillo decorado con una pintura del siglo XIV, que representa a una Virgen con el Niño, coronado por una paloma, símbolo del Espíritu Santo, el “Amor Divino”. Gritó: “¡Madonna mia, Grazia!” “¡Oh Santa Virgen, piedad!”. Los perros se alejaron en el campo, repentinamente apaciguados, “como si obedecieran una orden misteriosa”.

Al llegar a las 16;45 h, el Papa fue recibido por el obispo Angelo De Donatis, vicario general del Papa en su diócesis de Roma; por el obispo auxiliar para el sector sur de la diócesis, Mons. Paolo Lojud; por el obispo Enrico Feroci, presidente de los Hijos Oblatos del Amor Divino; por el obispo Luciano Chagas Costa, rector del santuario; por p. Vincent Pallippadan, Rector del Seminario de Nuestra Señora del Amor Divino; y por el sacerdote, p. John Harry Bermeo Sanchez.

El Papa primero dirigió algunas palabras a la multitud que lo estaba esperando: “Gracias por su acogida. ¡Sois muy festivos! ¡Muchas gracias! Y os pido que sigas la oración desde donde esteis. Vamos a orar juntos. Hasta ahora. Pero orad, ¿no? ¡Gracias por vuestra acogida!”

Luego entró al antiguo santuario, mientras que el coro polifónico Mater Divini Amoris cantó “Tú eres Petrus”.

Después de la oración del rosario y de las letanías de la Virgen María, el Papa dio su bendición. Luego recibió como regalo una reproducción de la Virgen del Milagro y le ofreció al santuario un cáliz. Luego, la oración terminó con la canción de Regina Caeli.

En las capillas laterales, el Papa Francisco quiso saludar a los residentes ancianos o enfermos de la casa de retiro de Amor Divino, que acoge a 24 personas. También saludó a las madres y los niños acogidos en la casa familiar Mater Divini Amoris, confiada a la Congregación de las Hijas del Amor Divino. Los niños corrieron a besarlo. Algunos le ofrecieron dibujos, cartas, flores.

Cuando el Papa salió del santuario, se escucharon los vítores de la multitud que lo estaba esperando debajo de la plaza de la iglesia en el prado: “¡Francesco! Francesco!”. El Papa se acercó a la barandilla diciendo: “Me gustaría daros la bendición, recemos a la Virgen María. Ave María … [Bendición]. ¡Y por favor, no os olvidéis de rezar por mí! “.

Después de haber saludado a los obispos y a los sacerdotes que lo habían recibido, el Papa subió al automóvil para regresar al Vaticano alrededor de las 18h. Fue la segunda peregrinación del Papa Francisco a este santuario, después del 18 de mayo de 2014.

“Hoy, en el Santuario de Nuestra Señora del Amor Divino, recitaremos el Rosario, orando en particular por la paz en Siria y en todo el mundo. Os invito a extender la oración del Rosario por la paz durante todo el mes de mayo “, había anunciado el Papa en un tweet publicado en su cuenta @Pontifex_es.

Y de San José Obrero escribió: “Celebremos a San José Obrero recordándonos siempre que el trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de la persona”.

© Traducción ZENIT, Raquel Anillo