La Iglesia ha insistido en pedir a los Estados receptores que garanticen el acceso a su territorio y se establezcan acuerdos que permitan la estancia legal de los venezolanos. Según las estimaciones del Acnur, Perú es el destino preferido de quienes huyen de la nación sudamericana.
En la última década, se estima que más de 600 mil personas han huido de sus países para preservar su vida, lo que les deja en una posición de particular vulnerabilidad; así como con una necesidad extraordinaria de protección. Es el caso de miles de venezolanos, que se suman así a los 25,4 millones de refugiados y desplazados, que se han visto obligadas a abandonar sus naciones.
De acuerdo con cifras oficiales del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), se ha producido un aumento superior al 2.000% en el número de venezolanos que buscan asilo en todo el mundo desde 2014, principalmente en las Américas.
Reporta el organismo de Naciones Unidas más de 94 mil venezolanos pudieron acceder a los procedimientos para refugiados en otros países en 2017, mientras que otros que necesitan protección optan por arreglos legales diferentes para quedarse, obteniendo el derecho al trabajo, acceso a la salud y la educación.
En la actualidad, los ciudadanos venezolanos ocupan el cuarto lugar en la cantidad de solicitudes de protección en el exterior.
Además, señala que hubo un aumento en el número de solicitudes de asilo presentadas durante el año 2017 en comparación con el 2016 con 111 mil 600 peticiones, por lo que el Alto Comisionado, Filippo Grandi, estimó que para este año (2018) los números acaben por aumentar.
Perú lidera los países destino, con un total de 33 mil 100 solicitudes de asilo, seguido por Estados Unidos, con 29 mil 900. Otros países que forman parte de la lista son Brasil con 17 mil 900, España con 10 mil 600, Panamá con 4 mil 400, México con 4 mil y Costa Rica con 3 mil 200 solicitudes.
Advierte el Acnur que miles de venezolanos no cuentan con documentación o permisos para permanecer en los países de acogida, haciéndolos más vulnerables a la explotación, el tráfico, la violencia, el abuso sexual, la discriminación y la xenofobia.
Carlos Zapata | Reporte Católico Laico