Propone una “toma espiritual” de Venezuela, el 24 de julio
Eran las 12:10 del mediodía, aproximadamente, de este miércoles 11 de julio de 2018. Un horario estelar para todos los noticieros de las televisoras venezolanas. Todo fluía con normalidad en la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana, CEV, durante la acostumbrada convocatoria a los medios y periodistas para dar a conocer la Exhortación al finalizar la asamblea de los obispos, aunque esta vez no ocurrió así.
Apenas el padre Pedro Pablo Aguilar, director de medios de la CEV, agradeció la presencia de los periodistas y mencionó a los obispos que fungirían de voceros: monseñores Alfredo Enrique Torres Rondón, obispo de San Fernando de Apure; Manuel Felipe Díaz Sánchez, arzobispo de Calabozo; y Juan Carlos Bravo, obispo de Acarigua-Araure, ocurrió lo que nadie esperaba: ¡irrumpe el Padre Lenín Bastidas!.
El sacerdote se dio a conocer el 21 de agosto de 2016, cuando inició una caminata desde El Tigre, estado Anzoátegui, y recorrió a pie varios estados hasta llegar a Caracas, teniendo por objetivo la paz y la reconciliación entre venezolanos. Desde entonces es conocido como el “Cura Caminante” que reclama por la violación de los derechos humanos por parte del Gobierno revolucionario que rige en Venezuela.
En esta ocasión vestía una camisa azul de mangas cortas, con cuello clériman y pantalón negro; tenía unos papeles entre manos a los que nerviosamente echó tres veces por tierra. Sin embargo, pudiera decirse que estaba impecablemente presentado para la ocasión mediática de la cual se hizo pronto, muy a pesar de lo programado.
Con todo, ya el protocolo estaba roto y Lenín se abrió paso frente a las cámaras hablando por más de cinco minutos. Aunque los reporteros seguían sus movimientos, su mensaje, una vez más quedó censurado en la Venezuela socialista del Siglo XXI a pesar de estar teñido de tinte religioso. Los obispos, perplejos, escucharon sus palabras.
Lenin dice que ignoraron su carta
“Yo siento mucho tener que interrumpir esto”, dijo Lenín Bastidas de entrada.
“Hace casi dos años comencé a caminar por Venezuela desde El Tigre a Caracas, y traje una carta”, decía mientras el documento caía la primera de tres veces al suelo.
Se conoció que debido a esa protesta en favor del pueblo venezolano fue cambiado de la Diócesis de Barcelona y asumido por la de Valle de la Pascua, siendo enviado a Sabana Grande de Orituco, estado Guárico. Dijo que es el “párroco legítimo” de esa comunidad por nombramiento de monseñor Ramón José Aponte Fernández, su paisano trujillano.
“En aquél tiempo solamente estaba profetizando una crisis humanitaria que hoy se ha acentuado”, expresó el sacerdote refiriéndose a sus denuncias durante la caminata. Por eso, lamentó “tener que irrespetar de esta manera a la Conferencia Episcopal”, aunque alegó:“traje una carta a la CEV, ignoraron mi carta, nunca me dieron una respuesta, y llevé la carta también a la Nunciatura Apostólica y nadie me dio respuesta”.
El pueblo se siente solo. “Yo vengo aquí para decirles que nuestra misión es la salvación de las almas y lamentablemente el pueblo se siente solo. Yo vengo de los pueblos pequeños y lamentablemente el pueblo se siente solo; el pueblo tiene hambre; está desesperado; el pueblo se está muriendo sin medicamentos”.
Según su pensar, en Venezuela aparece un “falso pastor” y “los obispos y sacerdotes nos quedamos callados delante de esto; aparece un político corrupto y lo dejamos quieto que haga y deshaga con el pueblo”. En ese tono les aconsejó: “Yo creo que llegó la hora, señores obispos, con su permiso, disculpen ustedes, que demos la cara”.
El Vaticano y el canal humanitario
Leín Bastidas dijo que ya basta de documentos. “Los documentos de ustedes son súper especiales, súper hermosos pero el pueblo necesita una respuesta (…) necesitamos urgentemente, aquí en Venezuela, un canal humanitario, pero ya. Llegó la hora de dejar a un lado eso de pedirle permiso al Gobierno para que entre la ayuda humanitaria. Llegó la hora de que la Iglesia católica, que es la verdadera iglesia de Venezuela y del mundo, la iglesia fundada por Jesucristo, de la cara y pida respuestas absolutas”.
Lenín Bastidas asomó que el canal humanitario es una posibilidad para Venezuela si la decisión se toma desde El Vaticano, aunque no explicó cómo funcionaría tal medida.
“Dios les bendiga, señores obispos, perdón por venir aquí, y de verdad, tomen acciones contundentes, entre esas, abran el canal humanitario aunque sea a través del Vaticano, pero no podemos esperar un mes más para que se nos sigan muriendo la gente en los hospitales; muriéndose de hambre; lo niños que ya no van a las escuelas porque no aguantan en las escuelas”, aseguró.
Toma Espiritual de Venezuela
El sacerdote trujillano pidió a los obispos “que una de las acciones que van a tomar en contra de la crisis humanitaria que vive la Nación, se precisamente, “una toma espiritual de Venezuela”. Así, él informó que el 24 de julio, el Día del natalicio de Simón Bolívar, va a tomar la carretera nacional de su parroquia en el estado Guárico.
“Estoy botado por allá, en Sabana de Orituco, pero voy a tomar la carretera”, dijo. “¿Cómo lo voy a hacer?”. “Sin violencia y en oración”, aseguró el presbítero.
Acto seguido pidió a todos los sacerdotes y obispos que piensan como él, y con los que ha hablado, según dijo, “que tomemos acciones contundentes y no permitamos que Nicolás Maduro Moros y sus secuaces, ladrones y corruptos sigan haciendo lo que están haciendo con el país. Nos están dejando morir de hambre”.
Hacia el final de su irrupción tuvo palabras de aliento y solidaridad con los estudiantes y familiares de quienes han fallecido en las protestas de los últimos años. “Hoy se muere un montón de estudiantes y mañana los olvidamos”, dijo. Cerró con una perla para los medios de comunicación, como no se escuchaba en años: “que la historia no les cobre la indiferencia por no decir la verdad por miedo a perder sus intereses”.
El Guardián Católico