En un contundente y conmovedor comunicado enviado a RCL, los directores de Cáritas a escala nacional en Venezuela recuerdan la obligación del Estado de ser garante de la salud y la vida, al tiempo que lamentan la esclavitud sexual de que son víctimas algunos venezolanos en un intento desesperado por sobrevivir
A través de un comunicado enviado a la redacción de Reporte Católico Laico, los directores y delegados de Cáritas pertenecientes a la red nacional de Cáritas de Venezuela, fijaron posición con respecto a la situación del país, advirtiendo que esta se sigue agudizando y afecta de manera especial a la población más vulnerable.
Cáritas comparte con preocupación “la penosa situación que viven nuestros hermanos” y el cómo sobreviven ante esta crisis económica, amén de la diáspora de la migración que “aumenta cada día en nuestro país”.
Lamentan que “en este momento la dignidad humana está siendo agredida e irrespetada, especialmente en aquellos que son los más vulnerables, en los que se ha acentuado la fragilidad y dependencia por el déficit nutricional, falta de medicamentos, el abuso de poder por parte del Estado y el deterioro de servicios básicos indispensables”.
Desde Cáritas de Venezuela, pastoral social a cargo de la ejecución de la asistencia y promoción del desarrollo humano, “somos testigos presenciales de innumerables expresiones que nos indican el recrudecimiento de la crisis”.
Éxodo de los venezolanos
Reiteraron su preocupación además por el aumento del éxodo de venezolanos que “aun sabiendo las dificultades en muchos países receptores, se ven forzados a partir como la opción más viable para sobrevivir, trayendo un sin número de familias desmembradas”.
Denuncian igualmente la cada vez mayor incursión en la minería ilegal, “como oportunidad de sobrevivir y preservar calidad de vida, con importantes daños inmediatos como la propagación de enfermedades infecto-contagiosas (malaria entre otras), la esclavizante situación de trata humana y, a largo plazo un notable impacto ambiental como la contaminación por mercurio de ríos y desforestación de nuestras selvas”.
Esclavitud sexual como forma de supervivencia
“Sentimos dolor e impotencia al conocer tanto en zonas urbanas como en zonas rurales de casos de intercambio sexual a cambio de dinero o comida, como forma de llevar alimentos básicos a sus hogares, menoscabando todo valor social y humano”, señalan.
“Estamos impotentes ante la reaparición de enfermedades prevenibles (que) produce muertes y afectan a niños y niñas en edades en donde los daños son irreversibles, ante el deterioro de los avances que en seguridad social el estado venezolano construyó por décadas”, sostienen.
Reconocemos no obstante el trabajo que está realizando la iglesia católica unida en cada diócesis y parroquias, en comunidades de vida consagrada, en movimientos de apostolado, colegios y otras agrupaciones. Así mismo, con espíritu ecuménico, “valoramos el esfuerzo que llevan adelante diversas profesiones de fe y un gran número de voluntarios de la sociedad civil a favor de los más afectados por esta crisis”.
Ratifican pedido al Estado
No obstante, ante la gravedad de las situaciones expuestas “solicitamos al Estado Venezolano la garantía de los Derechos a la Vida, Alimentación y salud tal como está consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.
Así mismo llaman a la población “a organizar o sumarse a tantas acciones de solidaridad, así como a no perder de vista la perspectiva de derecho en cada una de estas acciones”.
Por último, suscriben el llamado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) a ser apóstoles de la esperanza, “perseverando en el mandamiento del amor y mirando en nuestro prójimo el rostro de Nuestro Señor Jesucristo”.
“Que el Espíritu Santo nos aliente con fortaleza, entendimiento, caridad y sabiduría para seguir trabajando por el bien de todos los venezolanos”.
Carlos Zapata | Reporte Católico Laico