Con dos asambleas territoriales, la Iglesia colombiana se prepara para el Sínodo Panamazónico

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Buscan que los procesos de evangelización de la Iglesia en este territorio sean pensados con y para los pueblos que habitan en esta región

En las ciudades de Florencia y Puerto Inírida, en la Amazonía, se abordarán tres temas prioritarios: defensa de grupos étnicos, extractivismo y comunicación con rostro amazónico

Julio Caldeira, miembro de la comisión de comunicaciones de REPAM Colombia, habló con Vida Nueva y amplió detalles del inicio de la ruta pre-sinodal del país cafetero

La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en Colombia, en camino para la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región, a realizarse en Roma, en octubre de 2019, se prepara con la celebración de dos asambleas territoriales, la primera en Florencia, del 5 al 7 de septiembre y la segunda Puerto Inírida, del 4 y 5 de octubre de este año.

“Las dos asambleas territoriales presinodales de Colombia buscan, en sintonía con el documento preparatorio del Sínodo para la Amazonía, que los procesos de evangelización de la Iglesia en este territorio sean pensados con y para los pueblos que habitan en esta región”. Así lo dio a conocer Julio Caldeira, sacerdote misionero de la Consolata y miembro del equipo de comunicaciones de la REPAM Colombia, en conversación con Vida Nueva.

La asamblea de Florencia, capital del sureño departamento de Caquetá, tendrá como telón de fondo la Semana por la Paz, con la conferencia-taller “El des/orden ambiental”, a cargo de Milson Betancur, profesor de la Universidad Nacional de Colombia. Además se realizará una eucaristía en la catedral de Florencia, presidida por su obispo Omar de Jesús Mejía.

Visibilizar la identidad y los clamores de la Amazonía

Caldeira señaló que los momentos de la asamblea estarán organizados como “en el documento preparatorio, desde el método ver, juzgar-discernir y actuar, cada uno con momentos de reflexión, trabajos en grupos, plenarias y conclusiones, respondiendo al cuestionario del Sínodo”.

En el ‘ver’ –apuntó– “se quiere visualizar la identidad y los clamores de la Amazonía”, mientras que en “el ‘juzgar-discernir’ se reflexionará desde la búsqueda de una conversión pastoral y ecológica, o sea, cómo anunciar el Evangelio de Jesús en la Amazonía desde las dimensiones bíblico-teológica, social, ecológica, sacramental y misionera”.

A juicio del misionero consolato, “la parte más desafiante, está el ‘actuar’, identificando nuevos caminos para una Iglesia con rostro amazónico. Se espera lograr compromisos concretos de la Iglesia frente a la realidad y los pasos a seguir, en sintonía con todo que se viene trabajando en estos territorios”, específicamente en  Putumayo y Caquetá, como también a nivel de la REPAM.

“En la onda del cuidado de la Amazonía”

“Se tiene previsto también, para contextualizar este trabajo, un taller de comunicación y radio que lleva por título ‘En la onda del cuidado de la Amazonía’ el  4 de septiembre para los comunicadores de la región, con el objetivo de conocer la realidad, el trabajo de la REPAM y articular las fuerzas del territorio para esta gran tarea de comunicar sobre el cuidado de la Casa Común”, informó el también integrante del equipo de comunicaciones de REPAM-Colombia.

En la convocatoria de esta primera asamblea que inicia la próxima semana, han confirmado su participación 250 personas de los equipos pastorales, de las comunidades rurales y de las poblaciones indígenas, afros y campesinos de las diócesis de Mocoa-Sibundoy y Florencia, y de los vicariatos de San Vicente del Caguán y Puerto Leguízamo.

Caldeira acotó que “además de los obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que trabajan en estos sectores, se contará con la participación de organizaciones sociales y entidades cercanas al trabajo de la Iglesia”.

Desafíos prioritarios

Después de tres años de camino en territorio amazónico, la REPAM Colombia, en sintonía con el trabajo que se ha hecho en la región, identificó en encuentros previos y desde sus propios territorios tres grandes desafíos que servirán para la orientación de las discusiones tanto en esta primera asamblea como en la de octubre, los cuales serán “prioritarios”.

“Reconociendo la Amazonía como fuente de vida en el corazón de la Iglesia”, ha dicho Caldeira, el primer gran desafío es “la vulneración de los grupos étnicos que viven en situación de marginación y en riesgo físico y cultural. Recordemos que en estos territorios amazónicos hay 16 pueblos indígenas en situación de exterminio físico o cultural. Al escoger esta prioridad, nos ponemos en sintonía con el objetivo central del Sínodo”.

Los dos otros desafíos para la REPAM Colombia están en la extracción desordenada de los recursos no renovables y en  proyectar una comunicación que lleve a una transformación de la realidad. En referencia a esto, el misionero denunció que, por un lado, “se evidencia el interés de empresas mineras de entrar en territorios amazónicos, desde un ambiente normativo e institucional favorable a sus intereses”. Mientras que, por el lado comunicativo “se quiere generar una comunicación a nivel local, regional, nacional e internacional, haciendo resonar las voces de la Amazonía dentro de su propio territorio y traer la Amazonía a la reflexión en los centros urbanos y de poder”, apuntó.

Procesos de participación comunitaria

En el marco de estas asambleas “la Iglesia busca acompañar los procesos de participación comunitaria en los espacios de concertación de los planes ambientales en los municipios, a través de las consultas populares, por ejemplo”. Así lo ha dejado claro el representante de la REPAM Colombia.

Asimismo, “caminar en sintonía con el trabajo de la Iglesia hacia el Sínodo es uno de los objetivos fundamentales de estas asambleas, mediante el proceso de la REPAM de la región y con el apoyo de las conferencias episcopales, de religiosos y en articulación con las organizaciones sociales y gubernamentales”.

“Estamos partiendo de un territorio específico, pero haciendo un puente hacia otros biomas esenciales de nuestro mundo: las cuenca del Congo y de la Orinoquía, el corredor biológico Mesoamericano, los bosques tropicales de Asia Pacífico, el acuífero Guaraní, entre otros”, concluyó Caldeira.

Vida Nueva