Este sábado 8 de septiembre, el Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto de Guanare se vistió de gala para recibir a los cientos de feligreses que formaron parte de la Santa Misa para conmemorar los 366 años de la aparición de la Patrona de Venezuela.
El obispo emérito de Ciudad Guayana, José de Jesús Nuñez, fue el encargado de oficiar la Eucaristía, en cuya homilía se centró en hablar sobre lo sagrado que es el matrimonio entre el hombre y la mujer. “Tiene que haber respeto, porque para eso Dios los unió”, expresó el padre ante la emocionada feligresía.
Asimismo, hizo mención a las situaciones de violencia que se pueden suscitar en un matrimonio, por lo que pidió a los presentes a siempre orar en favor de la unión porque “El Dieblo siempre va estar acechando nuestra alegría”.
Tanto antes como después de la misa, hubo demostraciones culturales en el Santuario, específicamente bailes tradicionales indígenas por descendientes de las tribus que habitaban Portuguesa en la época de la aparición de la Virgen de Coromoto.
Historia y devoción: Aparición de la Virgen
La tarde del sábado 8 de septiembre de 1652, el cacique Coromoto, su esposa, su cuñada Isabel y un sobrino de esta estaban caminando para huir de un asentamiento español, pero en un bohío ubicado entre el río Guanaguanare y Tucupido vieron una mujer de extraordinaria.
Coromoto ya había visto esta mujer, pues un tiempo atrás se le había encontrado en el mismo lugar y le había dicho en lenguaje Cospes (tribu a la que pertenecía el indio) “Vayan a casa de los blancos y pídanles que les eche el agua en la cabeza (el bautismo) para poder ir al cielo”, pero él se había rehusado.
El cacique cogió una flecha y apunta para matarla. Como la Virgen María se le acercó, Coromoto tiró la flecha e intenta empujarla, pero ella desapareció, dejándole en la mano un pequeño pergamino de dos centímetros de largo con su imagen.
El cacique Coromoto huyó a la selva, y al ver que la Santísima Virgen no había logrado nada con él, permitió que lo mordiera una serpiente venenosa. Entonces volvió su corazón a Dios y comenzó a pedir el bautismo, el cual le fue administrado por alguien que pasaba por ahí. Al bautizarse se convirtió en apóstol
Cerca del lugar en el que apareció la Virgen se erigió el Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto, el cual fue consagrado el 7 de enero de 1996, e inaugurado con la solemne Eucaristía presidida por su Santidad el Papa Juan Pablo II el 10 de febrero de 1996. El pergamino puede ser admirado en la parte trasera del altar.
El Impulso