Ha finalizado la Visita ad Limina de los Obispos venezolanos. Ha sido una hermosa experiencia de comunión. A la vez ha servido para reafirmar la fraterna comunión entre los obispos venezolanos y para ser confirmados por el Papa Francisco en nuestro ministerio Episcopal. El Santo Padre ha agradecido la cercanía de los obispos con el pueblo venezolano. Además ha indicado que le ha llamado la atención como en todos los informes recibidos y en todas las intervenciones episcopales, los pastores de Venezuela han hablado en nombre del pueblo y no de parcialidades políticas.
Durante el encuentro con el Papa, este pidió que se hablará con libertad, espontaneidad y sin protocolos. Un buen numero de obispos tomamos la palabra. Se hablo de la situación general de crisis, de las migraciones, de los seminarios y sacerdotes, de la dimensión misionera de la Iglesia, de los problemas de escándalos por malas conductas de los sacerdotes pedófilos, de la catequesis y algunos otros temas más. En ningún momento sentimos que nos cantará cosas negativas. Antes bien, nos animo a que resistiéramos ante las críticas e incomprensiones.
El encuentro con el cardenal Parolin fue muy bueno y fraterno. Nos acompañó Mons. Gallagher. Se le presentó un panorama general de la vida de la Iglesia y de la situación del país. Se hablo con gran libertad de espíritu y se dio un sentido pastoral al trabajo que realizamos. Se comprobó la gran preocupación de la Secretaria de Estado por Venezuela y por la Iglesia. Hubo palabras de aliento y solidaridad. También se le presentaron las dificultades que la Iglesia tiene por parte de las autoridades, aunque se ratificó la cercanía y compromiso con el pueblo. Se hablo en nombre de la gente y no en favor de ninguna parcialidad política
No ha faltado gente que ha malinterpretado la presencia de los obispos venezolanos en Roma. Unos, del lado de la oposición, han vuelto a atacar y descalificar al Papa. Han llegado a decir que el Papa no nos quería recibir y que no mostró ningún interés por el país. Todo lo contrario. No ha faltado quienes acusan a los obispos de haber perdido el tiempo y que sólo fueron a turistear a Roma. Hubo quien se atrevió a decir que el papa y el cardenal Parolin le habrían cantado las verdades a los obispos. Es decir que el Papa nos regaño por no estar a favor del Gobierno y por estar con una parcialidad política.
La ignorancia es atrevida y arrogante. Por eso, hay quienes osan decir cosas que no son ciertas y llevan el agua a su molino. Quienes hemos sido testigos de excepción por haber estado allí sin que nadie contará o tergiversara lo vivido, sí que tenemos la moral en alto para decir lo que allí se trato. Y, lo puedo asegurar, fuimos confirmados en nuestro ministerio y en nuestro compromiso con la gente y todo el pueblo de Venezuela.
A quien dijo que Francisco y Parolin nos cantaron las verdades le puedo asegurar que no fue así. Los obispos, el Papa y el Cardenal Parolin cantamos una canción con la misma melodía todos juntos: la de la caridad pastoral y la comunión eclesial al servicio del pueblo de Dios. Y, algo que muy pocos saben, el Papa y Parolin nos pidieron al termino de las audiencias que acabáramos juntos cantando el Himno a la Virgen de Coromoto.
+Mario Moronta, obispo de San Cristóbal