Mientras Maduro consumía costosas carnes en exclusivo restaurante de Turquía, la Fundación Divino Niño de Guayana, entregaba comida en zonas pobres de San Félix, a niños venezolanos en situación de hambre
“Seguimos empeñados en construir caminos de esperanza en los desvalidos, los niños que por esta situación de abandono del Estado y la crisis económica solamente comen una vez al día, pero gracias a este programa de nuestra organización, hacen dos comidas. La comida de ayer fue asadura de cochino con pasta y comieron 40 niños. Es un camino de alegría y esperanza a través de ese bocado de amor. Bendito sea Dios y los padrinos que hacen posible esta solidaridad con los niños”.
Así se expresaba Pastora Medina, desde la Fundación Divino Niño de Guayana, en un reporte enviado este 18 de septiembre a Aleteia, dando cuenta del trabajo que realizan en varios sectores de San Félix, estado Bolívar (Venezuela), para mitigar el hambre de los niños y ancianos, los más sensibles de la crisis alimentaria que se vive en el país.
No obstante, el trabajo de Medina contrastaba con la frivolidad consumista de Nicolás Maduro que en la misma fecha aparecía en algunos videos fumando costosos habanos extraídos de una caja personalizada; y consumía “exóticas carnes” en un exclusivo restaurante de Estambul, Turquía, a su regreso de China con destino a Venezuela.
“Esto es una sola vez en la vida, ¿verdad?”, les decía Maduro a sus acompañantes, en presencia del histriónico y afamado chef turco, Nusret Gokce, conocido como “Salt Bae”, quien luego de colgar los videos en Instagram, los borró ante el rechazo generado.
“Compartimos en un restaurante famoso”, dijo Maduro a su llegada a Venezuela en una cadena presidencial, causando aún más, indignación en la población sensible ante la crisis que le agobia.
“Le envío de aquí un saludo a Nusret, nos atendió él personalmente, estuvimos conversando, disfrutando con él”, agregó sin rubor alguno.
Por eso, el diputado a la Asamblea Nacional, Julio Andrés Borges, desde el exilio, criticó la actuación del mandatario. “Mientras los venezolanos sufren y mueren por hambre, Nicolás Maduro y Cilia disfrutando de uno de los restaurantes más costoso del mundo, todo esto a costa del dinero robado al pueblo venezolano”, trinó en Twitter.
El repunte de la desnutrición aguda
El hecho es que la población y diversas organizaciones humanitarias junto a la Iglesia católica, prácticamente, hacen milagros para mitigar el hambre de niños y ancianos, los más sensibles al drama venezolano.
En efecto, el último reporte de Cáritas de Venezuela, difundido el viernes 14 de septiembre, correspondiente al lapso abril-junio 2018, informa que la proporción de niños desnutridos se contrajo de 78% a 65%, reducción que es ficticia porque se produjo durante la campaña electoral.
Esto significa que entre abril y junio de 2018, los meses previo y posterior a la elección presidencial, se registró una disminución progresiva de la desnutrición aguda: abril (14,1%), mayo (11,7%) y junio (10,5%). No obstante, en julio se registró nuevamente un repunte, tras ubicarse 13,5%. Esos números tienen rostros y casos concretos.
Susana Rafalli, una de las voces autorizadas en la investigación de Cáritas, cuestionó la “comilona presidencial”, y lo hizo en los siguientes términos: “Servido sobre la mesa de 6 semanas de desabastecimiento de carne y horas de cola para comprar dos hilachas, el vídeo del festín de carne en Turquía desluce mucho más”.
Niños mal nutridos y abandonados
En ese contexto, la “Fundación Divino Niño Guayana”, que nació en abril pasado y está dedicada a mitigar el hambre que padecen centenares de niños con edades entre 1 y 8 años, continuó obsequiando la necesaria ayuda que no llega del Gobierno de Maduro.
“No podíamos quedarnos con los brazos cruzados al ver el hambre que padecen muchos venezolanos y que golpea con rudeza a los sectores más vulnerables, como son los niños y los ancianos”, dijo Pastora Medina acerca de su labor social.
Comentó que son diversos son los sectores en los que ayudan a los más vulnerable al sur de Venezuela. En algunos casos entregan insumos a las familias y en otros alimentos preparados. “En total, son más de 250 comidas que en cada jornada les entregamos a los niños y ancianos en situación de extrema necesidad”, sostuvo la mujer.
Agregó que la mayor preocupación es la situación de abandono de los niños de la región. “Me angustia que muchos de estos niños viven prácticamente solos ya que sus madres se fueron a trabajar en las minas dejándolos con familiares que de igual manera son pobres”. Asegura que han crecido con hambre y tienen dificultades de aprendizaje.
“Sólo comen una vez al día o llenan sus estómagos de mangos. Están barrigones y llenos de parásitos. No han aprendido a hablar debido a la mala alimentación recibida. Realmente es un cuadro deprimente que queremos ayudar”.
Pastora también ha pedido colaboración para continuar con esta obra. Los interesados pueden hacerlo depositando en la Cuenta Corriente del B.O.D.; Nº: 0116 – 0501 – 0800 – 2992 – 1694; RIF: J-411300560, a nombre de Fundación Divino Niño Guayana.
Ramón Antonio Pérez/Aleteia Venezuela