El alto mando de la Santa Sede estuvo de visita en su tierra para dar gracias a la Virgen de Chiquinquirá y encomendarse a sus brazos. Durante su estancia en Maracaibo, dio un mensaje de aliento y esperanza, no sin antes recordar la responsabilidad de las autoridades en una Venezuela donde la “crisis es evidente”
Carlos Zapata | Reporte Católico Laico
Caracas.- Con honores fue recibido monseñor Edgard Peña Parra en su nuevo rol de Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, la más alta posición diplomática alcanzada en toda la historia para un venezolano en la Santa Sede. Desde Zulia recordó que la crisis es evidente, pero llamó a no perder la esperanza.
Su reciente designación llenó de alegría a los venezolanos, pero recordó también los buenos oficios de otros grandes prelados como el cardenal Rosalio Castillo Lara, quien fungió como presidente de la Administración del patrimonio de la Sede apostólica y de la Comisión pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
El pueblo venezolano sufre y el Papa lo sabe, recordó el diplomático desde tierras zulianas, adonde realizó una breve visita. De ella, dijo Peña Parra, hace falta que los servicios funcionen, pues los ciudadanos “merecen una ciudad más limpia”.
Tras hacer balance del la cita entre el Santo Padre y los obispos venezolanos en Roma, dijo que el Pontífice reiteró sus palabras de gratitud a la Iglesia en la nación sudamericana porque los pastores católicos “están al lado del pueblo”, de quienes sufren y de los marginados.
“El Papa les agradeció a los obispos que estén al lado del pueblo, y a mí parece que es un mensaje importante, porque el Papa dijo: les pido que continúen así. A través de ustedes estoy al lado del pueblo venezolano”.
Sostuvo además que la crítica “situación general de Venezuela es evidente”, al señalar que “basta estar unas horas en Maracaibo” para ver lo que ya todos sabemos: “La carencia de electricidad, los problemas generalizados en todos los sentidos”.
“La ciudad sigue teniendo ansias de ser más limpia, una ciudad un poco más como la tuvimos antes, de tal manera que (estos problemas) son evidentes. Yo como un zuliano más no necesito tener un estudio profundo para ver lo que estamos viviendo”, insistió.
“¡No perdamos la esperanza!”
Consultado con respecto a su mensaje para los venezolanos, dijo: “Yo vuelvo a decir que no tenemos que perder la esperanza. Es una de las virtudes teologales, pilares del ser humano. La fe, la esperanza y el amor son pilares del ser humanos”, y deben resplandecer en cualquier circunstancia, “también en la venezolana”.
Aseguró el funcionario del Vaticano que: “¡A Venezuela la vamos a reconstruir, y la vamos a reconstruir bien!”.
Dijo que seguirá entregando su vida al Señor, por la Iglesia; y ahora con el Papa Francisco más de cerca. “Al dar lo mejor de mí, estoy dando lo mejor de Venezuela”, agregó.
El alto cargo diplomático, quien también recibió formación en Táchira, asumirá su nuevo rol el próximo 15 de octubre en el Vaticano. Ocupará la primera sección de la Secretaría de Estado, particularmente cercana al servicio del Papa Francisco.
Reporte Católico Laico
