A su llegada de la Visita Ad Limina, que para él tuvo tres momentos especiales
Recién llegado de Roma, a donde viajó para la Visita Ad Limina, monseñor Ángel Francisco Caraballo, obispo auxiliar de Maracaibo y Administrador Apostólico de la Diócesis de Cabimas, dijo que para él la visita a Roma tuvo tres momentos especiales.
“El primero fue curso que hice de formación permanente para los obispos de cinco años de ordenación”, refirió Monseñor Caraballo según quien este curos se realizó en dos parte, la primera teórica sobre el Ministerio Episcopal, con puntos relevantes de lo que debe hacer el obispo, indicando que el curso se realizó cerca de Roma.
“La segunda parte son los ejercicios espirituales según el método de san Ignacio de Loyola, ocho días de oración profunda y silencio total, al final tuvimos una audiencia con el santo Padre, en la casa Santa Martha”, este encuentro con el Papa Francisco fue primero en un conversatorio y después un almuerzo, “allí tuve la oportunidad de hablar personalmente con él”, aseguró.
La segunda parte fue la Visita Ad Limina propiamente dicha, que se realizó durante 10 días y participó todo el Episcopado Venezolano, comentó el Obispo Auxiliar, “también el día 11 de septiembre día de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, tuvimos un encuentro con el Papa Francisco en la sala Clementina durante casi tres horas donde tratamos temas del Ministerio Episcopal, sobre la situación social del país, de proyectos, desafíos y retos”.
“Y la tercera parte participe en un Congreso Internacional de Catequesis, soy yo el presidente de la Comisión Episcopal de Catequesis y Biblia, y durante tres días tuve la oportunidad de encontrarme con personas de diferentes partes del mundo, también allí tuvimos un breve encuentro con el Papa”, señaló.
Experiencia personal
“Como experiencia, que veo esta visita como una bendición de Dios. De ella saqué que debemos ver en el Papa Francisco, el fundamento visible de la unidad de la Iglesia, porque así lo ha querido el mismo Jesucristo”, manifestó Caraballo, enfatizando que el Papa Francisco “es un hombre de profunda oración, de una espiritualidad muy solida, y vemos como actúa el Espíritu Santo en su vida, especialmente en los mensaje que el envía al pueblo de Dios y en las decisiones que él toma”
Aconsejó que recemos mucho por el Papa, “ha salido por la prensa y estando en Roma uno se entera que, lamentablemente, dentro y fuera de la Iglesia hay personas que no aceptan la figura y el ministerio del Papa Francisco. Podemos decir que con métodos que no son del todo cristiano, tratan de manchar la imagen del Papa y le piden la renuncia como si él fuera un funcionario y no se dan cuenta que es el vicario de Cristo en la tierra, el sucesor de San Pedro”.
Refiriéndose a la visita de Obispos venezolanos, aseguró que “Hemos llevado una señal de unidad, hemos dado nosotros una señal de unidad en el Vaticano, pero también en Venezuela, el Episcopado Venezolano tiene una gran fortaleza, que siempre ha actuado como un bloque, con una sola voz y esto ha permitido que a pesar de tantos problemas, haya mantenido la unidad en medio de tanta discordia y esto es una señal que de alguna manera tranquiliza a las personas”.
Rezar el Rosario
“El papa francisco nos ha invitado a dos cosas fundamentales, a encomendarnos a la Santísima Virgen María, con la oración más antigua de la Iglesia… bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, y recitar la oración de san Miguel Arcángel, y que estas dos oraciones las incorporemos en el santo Rosario”, dijo monseñor Caraballo.
El 7 de octubre es la solemnidad de Nuestra Señora del Rosario, patrona de Cabimas, y también de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, recordó el Prelado al asegurar que “el rosario es el arma poderosa y antídoto contra las obras del maligno”.
“Los invito a que reciten con fe el Santo Rosario, nos unamos al santo Padre y tengamos la convicción que la última palabra la tendrá el bien, la bondad y la vida. No el mal y la muerte. Cristo Venció, Cristo Vive, Cristo Reina y nos asegura también a nosotros la victoria final”, concluyó.
José R. Espina F. y José D. Fuenmayor F.