Implorando paz y libertad, los merideños caminaron con la Virgen de Coromoto

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La imagen de Nuestra Señora de Coromoto peregrinó la mañana del viernes 12 de octubre, por las calles del centro de la ciudad de Mérida

“Hoy los venezolanos invocamos la libertad con voz potente, a la Virgen que al aparecer ante el Cacique Coromoto, le animó a vivir sin esclavitud”, afirmó Monseñor Luis Enrique Rojas.

 Al ritmo de la música de bandas y entre repiques de campana, la imagen de Nuestra Señora de Coromoto peregrinó la mañana del viernes 12 de octubre, por las calles del centro de la ciudad de Mérida, acompañada por el clero local que culminó sus ejercicios espirituales.

La caminata contó con la presencia del Obispo Auxiliar Monseñor Luis Enrique Rojas Ruiz y por el Reverendo Padre Luis Ugalde S.J, quien fue el encargado de predicar los retiros a los sacerdotes de la Arquidiócesis.

La peregrinación

Un nutrido grupo de fieles se dieron cita en la Iglesia de Milla para iniciar la procesión, la cual emuló una iglesia de salida, peregrina, en la calle, afirmó el obispo Auxiliar que, junto con los sacerdotes acompañó la imagen por las principales calles del centro de la ciudad entre cantos, oraciones, música de banda y el acostumbrado repique de campanas.

La cofradía de la Virgen de Coromoto, una representación de los indios Coromoto, los jóvenes Soldedi y fieles de todas las parroquias de la ciudad nutrieron la actividad que se realizó con un especial recogimiento y oración.

La Virgen nos quiere libres de esclavitudes

En la homilía el prelado pidió que al celebrar a la Virgen de Coromoto, “ante tanto abuso de poder y violación de derechos humanos, sepamos escuchar la voz de Dios.”

Suplicó a la Patrona de Venezuela que, “esta patria consagrada al Santísimo Sacramento, consiga la libertad que Cristo nos dio para que no fuéramos más esclavos”, pidió que, “sigamos viviendo en paz y libertad”.

Sus palabras las dirigió al encuentro, recordó a los que se han ido, oró por ellos y certificó que seguirá caminando con los venezolanos, porque quiere que “juntos vivamos en la República de Venezuela, sin más títulos ni apellidos, en la que sostiene la bandera de siete estrellas”.

Rememoró que la República bolivariana “nos trajo hambre, mengua, necesidad, abuso, muerte y destrucción”, y al pie de la imagen de la Virgen de Coromoto, depositó la Bandera de Venezuela que bendijo Su Santidad el Papa Francisco.

“Gloria al Bravo pueblo que seguirá en la búsqueda de la paz, de la unión de la libertad, del encuentro”, finalizó su homilía Monseñor Luis Enrique, quien avisó que el próximo 11 de noviembre, cuando se celebre la fiesta del abrazo en familia, la iglesia merideña volverá a salir en procesión por la calles de la ciudad.

Preparemos la reconstrucción

Para finalizar la eucaristía, el Padre Ugalde se dirigió a los fieles presentes invitándolos a trabajar en unidad para lograr la libertad y la reconstrucción del país, “sin miedo, sin odio, sin ánimo de venganza”.

Recordó que el mensaje para estos tiempos es “no perder la esperanza ni el deseo de abrazarnos con aquellos que equivocadamente ha hecho cosas que han puesto al país en agonía”.

Un responso

Antes de impartir la bendición final, el Obispo Auxiliar de Mérida rezó un responso por el descanso del alma del concejal Fernando Albán, y de todos los que han dejado su vida tratando de construir un mejor país.

El momento se tornó emotivo, los presentes, incluyendo algunos de los sacerdotes, dejaron que las lagrimas llenaran sus ojos mientras entonaban juntos y tomados de la mano, la emblemática canción, “Venezuela”.

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