Laicos se ponen en acción para cosechar los beneficios del cacao más preciado del planeta. Con excepcional apoyo de la Iglesia, demuestran las ventajas de servir para superar la crisis con lo “hecho en Venezuela”
Venezuela produce el mejor cacao del mundo, y diversas instituciones están uniendo esfuerzos para que el exquisito chocolate criollo sea un motivo de alegría y orgullo, como solución parcial a la crisis que sufre la nación sudamericana.
Alejandro Marius cree que aprender a trabajar el chocolate puede convertirse en la herramienta que permita un mejor futuro ante la particular situación del alguna vez rico país petrolero.
Lo afirmó durante un foro al que acudió Reporte Católico Laico, en el cual brindó detalles del trabajo desarrollado al frente de la organización civil Trabajo y Personas, excepcional equipo surgido hace apenas una década que ya ha formado a un millar de personas.
En la actualidad, la organización adelanta gestiones con distintos entes privados del país, en los que la Iglesia Católica juega un papel fundamental para impulsar el emprendimiento a lo largo y ancho de la nación.
“Soy un centro de capacitación, pero no tengo equipamiento para poder desarrollar un oficio. Soy una empresa que necesita contratar personas que estén capacitadas, pero no las consigo. Entonces, yo creo que la solución de los problemas del país pasa por unirnos en un objetivo común”, explicó Marius al comentar cómo surgió la alianza que hoy cosecha dulces frutos.
Alianza que obtuvo inversión de Europa
“Somos una asociación civil sin fines de lucro, pero nos juntamos con la Asociación Venezolana de Educación Católica, que gestiona la Iglesia y que cuenta con centros de capacitación en todo el país. Nos aliamos con FedeEuropa y nos pusimos manos a la obra”, agregó.
Juntos presentaron un proyecto de financiamiento a la Unión Europea, lo que “está permitiendo dotar algunos Cecati (Centros de capacitación) a escala nacional, diseñar un nuevo pensum con expertos, en un sector tradicionalmente venezolano como es el cacao, pero que estaba un poco olvidado debido al boom petrolero”.
Durante un foro organizado en las instalaciones de la UCAB al que asistió Reporte Católico Laico, el especialista explicó que la meta es seguir convirtiendo “a mujeres y jóvenes en emprendedores del chocolate”.
Y dijo que ha sido una experiencia “muy bonita porque ha permitido que crezcan y se perfeccionen las generaciones de un ecosistema empresarial que hoy día tiene muchas mujeres chocolateras”.
Alta calidad lograda en Venezuela
Consultado con respecto a quienes pudieran considerar que se trata de “algo superficial, mientras mucha gente no tiene ni para comer”, dijo que la transformación del cacao al chocolate “tiene un valor cultural y de trabajo importantísimo. Porque demuestra que de una materia prima bien hecha se puede obtener un producto final de muy alta calidad hecho en Venezuela”.
Eso se ha logrado, insistió, “con la concurrencia de la Iglesia, por medio de AVEC y sus distintas redes; junto con una oenegé que obtuvo financiamiento, y con el apoyo de muchos aliados del sector privado, quienes no solo aportan dinero sino que se arremangan las manos y se ponen a dar clases también”.
Sostuvo que existe una elevada generosidad empresarial, porque en medio de la crisis ha surgido una “capacidad ociosa de gente que trabaja y quiere donar su tiempo enseñando lo que sabe a otros”.
En este sentido, dio que “se ha logrado en el sector chocolate y se está logrando en el sector automotriz. Está pasando también en el sector de peluquería, en industria y servicios; es decir, son ejemplos concretos que están pasando en Venezuela”.
Seis estados venezolanos
En la actualidad son ya seis los estados del país donde se desarrollan emprendimientos chocolateros, que aprovechan la mencionada infraestructura: Sucre, Miranda, Aragua, Carabobo, Lara y Mérida.
Pero esta suerte de incubadoras globales tienen una clavemuy particular: “Parten de juntarnos y generar propuestas de valor que permitan que varios entes confluyan en un objetivo común”.
Funciona porque “no estamos sentados esperando que una gran empresa o el Estado lo asuma, sino que construimos la solución colectivamente”. Y en eso la Iglesia es fundamental porque está siempre a la orden para servir a los venezolanos.
Carlos Zapata | Reporte Católico Laico