La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un llamado a escuchar y atender “los gritos del pobre”, que hoy se encarnan en la caravana de migrantes centroamericanos que busca cruzar México en su esfuerzo por llegar a Estados Unidos.
Los obispos mexicanos publicaron un comunicado este 21 de octubre, titulado “Los gritos del pobre”, expresando su inquietud por “el grito estremecedor de nuestros hermanos de Honduras y de otros países centroamericanos que han emprendido una caravana en búsqueda de la supervivencia un éxodo de liberación”.
“Es un grito inarticulado que todo lo expresa en el silencioso e inhumano desplazamiento. Y asombrados contemplamos que con esta caravana, como con los distintos gritos del pobre, surgen miembros de la sociedad tratando de sofocarlos al percibir esos gritos como amenaza para su confort e intereses propios”, lamentaron.
El 13 de octubre partió de San Pedro Sula, en Honduras, una caravana de migrantes que busca llegar a suelo estadounidense, huyendo de la pobreza y violencia que viven los países centroamericanos. Se estima que los migrantes sumaban cerca de 5.000 al momento de llegar a la frontera sur de México.
En conferencia de prensa junto al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, dijo el 20 de octubre que alrededor de 2.000 integrantes de la caravana de migrantes habían regresado a sus lugares de origen.
La Secretaría de Gobernación de México (SEGOB) informó el 20 de octubre que “se canalizó de manera ordenada y segura a 640 personas a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM), dando prioridad a grupos familiares con integrantes en situación vulnerable como niños, niñas, adolescentes, mujeres y adultos mayores”.
“Estos migrantes expresaron su interés de solicitar refugio y han sido trasladados a un albergue en Tapachula, Chiapas”, señaló la SEGOB.
La caravana de migrantes ha sido duramente criticada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que exigió a los países centroamericanos y a México detenerla antes de que llegue a sus fronteras.
Trump amenazó a Honduras, Guatemala y El Salvador con frenar las ayudas financieras, al tiempo que advirtió a México que podría cerrar su frontera, en caso la caravana de migrantes no sea detenida.
Los obispos mexicanos destacaron el trabajo de “atención y acompañamiento” desplegado en los 133 albergues y centros de atención que tiene la Iglesia en el país, al tiempo que alentaron el trabajo conjunto de la Iglesia con las autoridades civiles.
“Escuchar los gritos del hermano significa para nosotros los cristianos compromiso y acción”, aseguraron.
La CEM subrayó que “nuestros hermanos en desplazamiento son los verdaderos pobres, a los que estamos llamados a dirigir nuestra mirada para escuchar su grito y reconocer sus necesidades”.
“Todos en la Iglesia y en la sociedad estamos llamados a salir al encuentro de los desplazados y ofrecer nuestro apoyo tanto organizado como espontáneo como principio de humanismo y caridad”, señalaron.
Los obispos recordaron además que el desplazamiento de los migrantes es causado “por el egoísmo, el orgullo, la avaricia y la injusticia, por lo que es fundamental realizar acciones que liberen de todos estos males rompiendo esas cadenas con la acción de Dios en cada uno de nosotros”.
Al finalizar su mensaje, los obispos mexicanos pidieron a Santa María de Guadalupe que “suscite el amor de su Hijo en nuestros corazones para aprender a obedecer en esta escucha del grito de los desplazados”.
ACI Prensa