El nuncio apostólico en Venezuela advirtió en una ponencia a la que acudió Reporte Católico Lauco, que desentenderse de la política “equivale a traicionar la misión de los fieles laicos”, y recordó palabras del Papa Francisco al explicar la forma como se desarrolla la diplomacia de la Santa Sede para la paz en todo el planeta
Desarrollar procesos significa estar en la ciudad (en la polis), significa hacer política, ocuparse de la polis. Por ello, el Papa Francisco, en la audiencia del 29 de abril 2016, instó a los laicos a hacer política “y a ensuciarse las manos ‘por el bien común’. “Frente a la cultura de la ilegalidad, de la corrupción y del enfrentamiento”, el cristiano está llamado a dedicarse al “bien común” también con el compromiso “en la política”.
Lo recuerda el nuncio apostólico de Venezuela, Aldo Giordano, quien brindó una ponencia a la acudió Reporte Católico Laico, en la cual exaltó la labor del Papa Francisco como “líder de la diplomacia mundial”. La política, dijo Mons. Giordano al recordar palabras del nuevo santo Papa Pablo VI: “Es la forma más alta y exigente de la caridad”.
“Si los cristianos desentendieran el compromiso directo en la política, sería traicionar la misión de los fieles laicos, llamados a ser sal y luz del mundo también a través de esta modalidad de presencia”, sostuvo.
En vísperas del 1 de mayo 2015, el Papa se refirió al desempleo juvenil. “Acá, en Italia, entre los jóvenes desde los 25 años en adelante, el 40-41% está sin trabajo. Se descarta. Pero es el camino de la destrucción. ¿Yo, católico, miro desde el balcón?”, interpeló. “No se puede mirar desde el balcón. Mézclate. Haz política: te hará sufrir, tal vez te haga pecar, pero el Señor está contigo. Pide perdón y avanza. Pero no dejes que esta cultura del descarte nos descarte a todos”.
Francisco señaló que la actividad política es también “un martirio diario: buscar el bien común sin dejarte corromper”. Pero “hay tantos católicos que hicieron una política no sucia, buena”, añadió Bergoglio, citando al italiano Alcide De Gasperi y al francés Robert Schumann, padres fundadores de la Unión Europea.
Detacó en tal sentido que “la vía para la paz de la polis es el diálogo”, pero aclacó que el “verdadero diálogo” se forma con la palabra griega: “dia-logos”, en la que “dia” indica distinción, diferencia, separación: la distinción es necesaria para un verdadero diálogo, no debemos tener miedo de las diferencias que existen entre nosotros y en todos los niveles.
En el “dia-logos”, dijo, las diferencias no se convierten en conflicto, sino que más bien se convierten en el espacio donde ocurre el “logos”. La palabra logos quiere decir, sobre todo, “razón”, “discurso”. En el dia-logos entre dos personas se establece un discurso nuevo que primero no existía. Podemos traducir la palabra logos también como “relación”: en el diálogo se crea una relación que antes no existía.
“Más fuerte que cualquier ideología…”
Pero la palabra Logos, dijo el dilplomático, tiene un sentido todavía más profundo en la perspectiva cristiana. En el prólogo del Evangelio de San Juan podemos leer: “En el principio existía el Logos (la Palabra) y el Logos estaba con Dios, y el Logos era Dios… Y el Logos se hizo carne”. Entonces, el sentido más profundo del conceptoLogos es el Hijo mismo de Dios que se ha hecho carne. Quien realiza el diálogo es Dios mismo, si lo dejamos caminar y vivir entre nosotros. ¡Y para Dios todo es posible! ¡Dios es más fuerte que cualquier engaño, que cualquier manipulación, que cualquier ideología, que cualquier poder!
“Es claro que la política haría un extraordinario ‘salto evolutivo’ si fuese un lugar donde la diversidad de partidos, de posiciones, de visiones, de competencias, resultaran en una contribución para la creación del bien común: un bien que no existía, pero que acontece como novedad entre dos que están dispuestos a donarse sus diferencias. Parece una mera utopía, pero hace un par de siglos parecía una simple utopía pensar que la economía mundial pudiera funcionar sin la esclavitud de los negros. Ahora ya ninguno lo piensa. Además, sabemos que esta novedad ya existe. En el mundo ya existen innumerables laboratorios de este tipo de política”.
“Cada acto de violencia es un fracaso de la diplomacia”
Tras reiterar que “la diplomacia tiene la vocación de servir a las relaciones entre los pueblos, las culturas, las religiones con el objetivo prioritario de la paz”, dejó claro que “cada acto de violencia en el mundo es un fracaso de la diplomacia”.
En sentido, desracó la importancia de la “promoción de la dignidad humana” al señalar que “la diplomacia interviene delante de cada violación de la persona y de su libertad. Es un laboratorio de búsqueda del bien común de los pueblos”.
“La verdadera diplomacia –insistió- no cree en una política considerada como arte de la parcialidad, al servicio de un interés particular, de una persona, de un grupo, de un partido, de un solo Estado, sino que tiene el interés de servir al bien de cada persona humana habitante de la ciudad del mundo”.
En su condición de Decano del Cuerpo Diplomático en Venezuela, expresó agradecimiento al director y a los editores de la revista Diplomacia, que organizó el encuentro y que dedica una edición especial a la diplomacia vaticana.
“Cuando un pueblo está cansado, sin confianza en el futuro, herido de la injusticia y pobreza, se requieren personas capaces de encaminar el proceso para volver a crear el pueblo para abrir a otra posibilidad. Que la revista Diplomacia pueda continuar a ser un laboratorio de búsqueda de esta “otra posibilidad”.
Carlos Zapata | Reporte Católico Laico