El Departamento de Justicia y Solidaridad celebra la iniciativa de la petición del Papa en el video del mes de noviembre
En sus intenciones Francisco se hizo eco del lema de la campaña que el organismo latinoamericano, junto a otros aliados, anima para promover la cultura de la protección
“Con cero violencia y 100 por ciento de ternura, construyamos la paz evangélica”. Estas han sido las palabras con las que el papa Francisco, en su vídeo de noviembre, ha invitado al mundo a rezar por la paz, haciéndose eco del lema de la caminata continental Huellas de Ternura del Departamento de Justicia y Solidaridad (DEJUSOL) del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), a través de su Programa Centralidad de la Niñez (PCN), como claro gesto de solidaridad y apoyo para promover la cultura de la protección desde la máxima instancia de los obispos del continente.
En el mismo portal del CELAM se señala que la Iglesia latinoamericana se une “en oración” al Sumo Pontífice para pedir por la paz, especialmente junto con los niños, niñas y jóvenes, explicando además que Huellas de ternura, iniciada en la frontera de México y EEUU en junio de 2018, es una “movilización social de carácter ecuménico que atraviesa toda América Latina y el Caribe” y actualmente se encuentra en Haití.
Portador de ternura
Elvy Monzant, secretario ejecutivo del DEJUSOL, expresó su agradecimiento en nombre del CELAM “a su santidad el papa Francisco por convertirse una vez más en portador de la ternura al invitarnos a superar cualquier forma de violencia que atenta contra la vida y la dignidad de los hombres y las mujeres, especialmente de los más vulnerables”.
Para el directivo, con este video el obispo de Roma invita “a combatir toda forma de violencia y proponernos la ternura como camino de dignificación y desarrollo integral del ser humano”.
“También da su apoyo a nuestra caminata Huellas de Ternura al invitarnos a asumir una vida con cero violencia, 100 por ciento ternura que ha sido el lema que desde el CELAM, junto con World Vision Latinoamérica, Cáritas América Latina, la Confederación Interamericana de Educación Católica (CIEC), la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), la Pastoral da Criança Internacional, Kindermission, y la Federación Internacional Fe y Alegría hemos estado impulsando hace más de un año, para combatir toda forma de violencia contra la niñez y promover la ternura”, señaló Monzant.
Los preferidos de Dios
“El Santo Padre ha tenido ese hermoso gesto de solidaridad con los niños y las niñas que son los preferidos de Dios y, una vez más, nos llama a ser instrumentos de paz”, puntualizó el secretario ejecutivo del DEJUSOL-CELAM, quien también anunció que con esta mención inicia una importante alianza con el Movimiento Eucarístico Juvenil y la Red Mundial de Oración del Papa para seguir impulsando la caminata Huellas de Ternura en los países de América del sur en el año 2019, donde se tiene previsto terminar el recorrido de 15.000 kilómetros en el mes de junio, en Argentina.
Además, con este gesto de la Red Mundial de Oración del Papa, con sede en Roma, se inicia la ruta para ampliar a nivel mundial al movimiento de la ternura: “Esperamos llevar la caminata Huellas de Ternura a España con el apoyo de las organizaciones socias en ese país, como Cáritas española, World Vision y la Conferencia Episcopal de España, abriendo este espacio a todos aquellos que se quieran sumar”, agregó Monzant.
Inspirados por el Papa
Durante noviembre, especialmente por ser mes de los derechos universales del niño, desde el Programa Centralidad de la Niñez se ha previsto realizar actividades pedagógicas y pastorales, teniendo como hilo conductor la construcción de la paz, inspirados en la petición del Papa.
De este modo, a través de World Vision Latinoamérica, Cáritas América Latina, la CIEC, ALER, la Pastoral da Criança Internacional y la Federación Internacional Fe y Alegría se promoverán espacios de reflexión y oración como parte de las acciones convenidas con la Red Mundial de Oración del Papa.
“Debemos promover la oración y la acción a fin de sensibilizar también a nuestros niños y niñas, empoderarlos para que sean promotores de paz y ternura en sus propias familias como también hacerles ver a sus padres, maestros y cuidadores que con la violencia hacia ellos no se consigue nada”, concluyó Elvy Monzant.
Vida Nueva