“Pedimos con voz potente al Dios de la Vida, que esta crueldad se calme y que pronto despertemos en esa Venezuela consagrada al Santísimo Sacramento en libertad y paz”.
Acompañados de los acordes del Himno Nacional de Venezuela, los merideños intercambiaron abrazos de encuentro, al finalizar la eucaristía convocada para celebrar el día del abrazo en familia y que se llevó a cabo este domingo en el viaducto Campo Elías.
Desde primeras horas de la mañana de este domingo 11 de noviembre, los feligreses se concentraron en los distintos puntos dispuestos para el encuentro, la Plaza de Milla, la Plaza Glorias Patrias y el Seminario San Buenaventura de Mérida.
Partieron en procesión y con gran recogimiento, recorrieron las calles de la ciudad, acompañados con cantos y oraciones.
El Obispo Auxiliar de Mérida, Monseñor Luis Enrique Rojas caminó desde Glorias Patrias, donde se acercaron los fieles de la zona sur de la ciudad.
Desde el Seminario, las reliquias de la Beata Madre Carmen Rendiles, partieron para encontrarse con las otras procesiones en el Altar dispuesto en la cabecera del Viaducto Campo Elías, desde donde más de 25 sacerdotes concelebraron con el Obispo la Eucaristía del Abrazo en Familia.
En su homilía el pastor afirmó que “queremos recuperar el domingo como día del señor, día del reencuentro de las familias venezolanas. La reunión familiar del domingo después de la misa es una de las cosas que queremos rescatar”
Destacó el encuentro como hecho de reconciliación “somos testigos de que el bien sigue venciendo al mal”, pregonó y agregó que “a pesar de que nos han hecho creer que no podemos salir a la calle, esta celebración nos indica que la calle es de nuestra familia que quiere vivir en paz y libertad”.
Monseñor hablo sobre la necesidad “de reunirnos con nuestros seres queridos, en especial con aquellos que decidieron irse en contra de su voluntad y que pronto volveremos a abrazar con el corazón”, al referirse a la realidad por la que atraviesan muchas familias venezolanas que han visto partir a sus miembros en busca de mejores derroteros.
Como construir en Venezuela una familia en medio de la crisis
“Ya Venezuela cambio”, afirmo el obispo quien explicó que el cambio al que se refiere parte del hecho que los gobernantes “no cumplieron con las promesas hechas durante los últimos 20 años y esto ha producido un descontento y protestas silenciosas que gritan libertad y exigen paz”.
En la Venezuela que está naciendo también hay sitio y espacio para abrazar a quien se dejó engañar por promesas de mares de felicidad y que hoy se encuentra defraudados” reflexionó.
En su intervención también habló sobre la unión de todos como forma de solucionar el desencuentro, “no permitamos que la crisis siga destruyendo a la familia como célula fundamental de la sociedad”.
Y a los gobernantes exigió que “entiendan que tienen la obligación de cuidar y fortalecer la familia”.
Finalizó sus pastorales palabras invitando a que “no dejemos que Venezuela se siga hundiendo en el vacío. Hagamos lo que cada uno le corresponde para que se dé el milagro de la libertad del país que deseamos y amamos”.
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