Venezuela y los “héroes” de Fe y Alegría

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“El dinero no nos alcanza para nada, no comemos adecuadamente y apenas podemos llegar a las escuelas. El Estado tiene que honrar las deudas que tiene con nosotros”.

La red de educación popular exigió a Maduro cumplir los compromisos firmados entre el Estado y la Asociación Venezolana de Educación Católica

A muchos de ellos se les ve trabajando con los zapatos rotos y poco material en las aulas de clase. Para llegar a las escuelas en zonas de difícil acceso abordan un novedoso transporte conocido como “perreras”. Colaboran para darles de comer a los alumnos, muchos con grave desnutrición. No tienen un seguro médico que satisfaga la salud para ellos y sus familiares. El sueldo apenas les alcanza para comer. Aun así, el espíritu de trabajo y el amor por la enseñanza permanecen indoblegables. El corazón rojo que identifica la institución cada día late con más fuerza, entusiasmo y esperanza.

Son los docentes de Fe y Alegría, una organización de educación popular nacida en Venezuela el 5 de marzo de 1955, cuando el padre José María Vélez, de la Compañía de Jesús, visitaba los barrios pobres de Caracas. Ese día el obrero Abraham Reyes y su esposa María Patricia permitieron que en su humilde vivienda iniciara la primera escuela. Tal vez de allí les viene ese empuje que caracteriza a los más de 13 mil 500 trabajadores de la organización, identificados además, con el amor y el servicio a los alumnos.

Alfredo Infante, rector de la red educativa san Alberto Hurtado y director de la Revista SIC, los considera “unos héroes”, según dijo para Aleteia, al explicar las razones de las protestas de Fe y Alegría, el 13 de noviembre. “Estos docentes, obreros y personal administrativo son unos héroes porque han estado trabajando sin recibir hasta ahora nada a cambio”, dijo el jesuita.

Explicó que Fe y Alegría está afiliada a la Asociación Venezolana de Educación Católica (Avec), que a principios de los años 90 suscribió un convenio con el Estado Venezolano. “El compromiso del Estado es subsidiar el salario del personal docente y administrativo de todos los colegios católicos que están prestando un servicio de alta calidad en zonas de difícil acceso”. “Ahora más que nunca es necesario el cumplimento de este convenio porque todos sabemos las condiciones de los servicios públicos como el transporte y el agua, y también, el contexto de alta vulnerabilidad por la violencia”.

Argumentó que “los educadores han estado cumpliendo con su deber, con el país, con las familias, con los barrios y con los niños, prestando un servicio educativo”; pero el gobierno de Nicolás Maduro, “desde que comenzó este año escolar con el cambio de ministro (actualmente es Aristóbulo Istúriz) no ha cumplido con su compromiso”.

“No comemos adecuadamente”

Rafael Peña, director de un colegio de FyA en Caracas, también participó en las protestas del 11 de noviembre, primero en una misa en la iglesia “Las Mercedes”, y después mostrando su inconformidad frente a la sede de ministerio de educación. “Los profesores pagan hasta 30 bolívares soberanos todos los días para ir a dar clases. Algunos, incluso, llegan sin comer. No es que no queremos dar clases, sino que es humana y materialmente imposible”, relató Peña con claro descontento.

El dinero no nos alcanza para nada, no comemos adecuadamente y apenas podemos llegar a las escuelas. El Estado tiene que honrar las deudas que tiene con nosotros”.

“No pedimos privilegios”

Hacia el final de tarde, a través de una nota enviada a Aleteia, se conoció que “una comisión de cada centro educativo del municipio Libertador y estado Miranda, estuvo presente en la acción pública” que se cumplió desde muy temprano, incluso con un “tuitazo” en las redes sociales, donde la etiqueta: #FeyAlegriaExigeSalarioJusto fue tendencia durante todo el día.

Informaron que una comisión conformada por tres docentes, fue atendida por Rosangel Orozco, viceministra de educación y Jorge Pérez, viceministro de comunidades educativas del ministerio, con quienes establecieron algunos acuerdos: “Primero, el jueves 15 se enviará a la Avec el pago de las 2 semanas de noviembre que se nos adeuda”; segundo, “los docentes de Fe y Alegría serán convocados para próximas mesas de trabajo con el ministerio de educación”; y tercero, “se incluirá a Fe y Alegría en la comisión permanente del Convenio del ministerio de educación con la Avec”.

En Venezuela, Fe y Alegría suma 174 escuelas, 5 institutos universitarios, 23 emisoras de radio conectadas en red, 80 centros de capacitación laboral y 1 centro de formación e investigación educativa. 243.000 niños, niñas y adolescentes viven experiencias educativas en los centrosson educados, atendidos y abrigados durante todo el año escolar sin perder clases, aun cuando el personal gana un sueldo injusto”, concluye la nota.

Ramón Antonio Pérez/Aleteia