Fuerte llamamiento de los obispos del Perú contra la corrupción

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Los obispos peruanos se refieren a la grave crisis que agobia el país “como consecuencia del deterioro de los valores éticos

Los obispos peruanos se refieren a la “grave crisis” que agobia el país “como consecuencia del deterioro de los valores éticos, del silencio cómplice, del blindaje político, de la inaceptable primacía de los intereses personales y grupales en desmedro del bien común”

Con un fuerte pronunciamiento la Presidencia del Episcopado Peruano, “ante la actual coyuntura política y judicial del país” y a la vigilia del Referéndum del 9 de diciembre, denuncia la corrupción que ha llevado al “desprestigio de la institucionalidad del Estado generando un grave daño a la sociedad”.

Corrupción enraizada en instituciones

Los obispos peruanos se refieren a la “grave crisis” que agobia el país “como consecuencia del deterioro de los valores éticos, del silencio cómplice, del blindaje político, de la inaceptable primacía de los intereses personales y grupales en desmedro del bien común”, y acusan la “corrupción enraizada en las instituciones”, que “se hace visible con la implicación de políticos y grupos de poder a nivel local, regional y nacional”. Una situación, dicen los prelados, que “ha generado en la población indignación, un creciente rechazo, una profunda desconfianza y un clamor de auténtica justicia”.

Urge eliminar el flagelo de la corrupción

“No se puede tolerar más convivir con la corrupción –escriben – . Por ello, urge eliminar este flagelo de forma inmediata y canalizar el rechazo de la sociedad hacia el fortalecimiento reconstructivo de las instituciones, garantizando el Estado constitucional de derecho y un sistema de justicia íntegro, honesto e independiente que imponga sanciones efectivas a los que sean penalmente responsables, en el marco de la legalidad y el respeto al debido proceso. La justicia es para todos y nadie debe eludir su responsabilidad frente a la ley”.

El camino es el de la estabilidad y fortalecimiento democrático

Con un fuerte clamor los prelados exponen  “la imperiosa obligación” de sentar las bases del país “a partir de la reserva y conciencia moral de la población, de los valores humanos y cristianos, así como la escucha del clamor de las jóvenes generaciones”. Y tras interpelar sobre el legado que se quiere dejar a las nuevas generaciones, reclaman la urgencia de “recomponer la clase política, consolidar los poderes del Estado en su independencia y autonomía; las facultades de derecho deben tender a la educación ética de la legalidad para un cambio de la cultura jurídica existente, renunciando a sus intereses particulares, oportunistas y deben velar por una vida digna y justa para todos”.

“No existe otro camino que el de la estabilidad y fortalecimiento democrático”, aseguran.

Informar e informarse sobre el próximo referendum

Aludiendo al referéndum del 9 de diciembre, recuerdan “que este instrumento de participación ciudadana pone en manos de todos los peruanos la oportunidad de encausar la fuerza de un pueblo que hoy clama por un cambio radical”, y subrayan el derecho de que la ciudadanía sea informada, y también la obligación de la misma de informarse “a fin de emitir un voto cívico, consciente y responsable”.

Los obispos se posicionan en la cercanía del bicentenario de la Independencia del Perú, que tendrá lugar el 28 de julio de 2021, como punto de encuentro para que los peruanos se unan  en la construcción de un país cada vez más justo, para comprometerse en fortalecer la institucionalidad democrática y en elegir autoridades con verdadera vocación de servicio, probas y honestas, que acompañen el ansiado desarrollo integral del país.

Comprometerse con valentía

Con la memoria en la fortaleza de la reserva moral de los peruanos, los obispos invocan a todos, por último, a comprometerse “con valentía”  para la reconstrucción de las instituciones, con las palabras del Romano Pontífice en su visita al país “el alma de una comunidad se mide en cómo logra unirse para enfrentar los momentos difíciles, de adversidad, para mantener viva la esperanza”.

El pronunciamiento está firmado por Mons. Norberto Strotmann, M.S.C. Obispo de Chosica y Secretario General de la CEP, por Mons. Robert Francis Prevost, O.S.A.,  Obispo de Chiclayo y Segundo Vicepresidente de la CEP, el Cardenal Pedro Barreto Jimeno, S.J. Arzobispo Metropolitano de Huancayo y Primer Vicepresidente de la CEP, y Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, O.F.M., Arzobispo Metropolitano de Trujillo y Presidente de la CEP.

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