Durante su participación en la Pacto sobre la migración en Marrakech, el Secretario de Estado Parolin recuerda resaltó la importancia de trabajo en conjunto para lograr la paz, desarrollo y sobre todo la integración en los migrantes para que puedan integrarse en las nuevas culturas.
El 10 de diciembre, el Secretario de Estado de la Ciudad del Vaticano y además Jefe de la Delegación que representa a la Santa Sede en la Conferencia Intergubernamental para Adoptar el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular (GCM) en Marrakech, Marruecos, Cardenal Pietro Parolin, dio una declaración durante el Primer Diálogo de la Conferencia que se dedicó al tema “Promover la acción en los compromisos del Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular”.
Seguridad para todo ser humano
En su declaración, el Secretario de Estado se centró en los compromisos con la paz, el desarme nuclear y el proyecto de integración los cuales para la Santa Sede los puntos relevantes de manera recta y ordenada de la GCM.
“Como indica claramente en el párrafo 13 del Pacto Mundial, del cual la Santa Sede se enorgullece de ser un contribuyente principal: “Debemos trabajar juntos para crear condiciones que permitan a las comunidades e individuos vivir seguros y dignos en sus propios países. En ese sentido, deben abordarse las respuestas adecuadas a los impulsores adversos de la migración, especialmente los conflictos violentos y la pobreza extrema”.
Proyecto de integración
El Secretario de Estado también hizo referencia a un proyecto de integración, en donde los migrantes sean tratados con dignidad, lo que implica el debido proceso, la protección contra los traficantes, la unidad familiar y el respeto por sus creencias y tradiciones religiosas.
“Aquellos en movimiento deben ser bienvenidos y tratados con dignidad, incluso si se determina más adelante que deben ser devueltos a su país de origen. Así lo establece el Pacto Mundial sobre Migración, todos los migrantes, independientemente de su estado, deben tener garantizado el debido proceso y recibir una evaluación individual que determinará su estado. Debemos dar preferencia a las políticas que favorecen la reunificación familiar y evitan su separación durante el proceso de migración, mientras trabajamos para poner fin a la práctica de la detención, en particular si se tratan de menores de edad”, expresa el Secretario del Estado Vaticano.
Intercambio de culturas
El Purpurado también recordó que el plan de integración no significa superponer otra cultura sobre otra, ni tampoco aplicar un plan de aislamiento del resto de la comunidad internacional, ya que aquello podría considerarse ocasionar la peligrosa creación de guetos, lo cuales trajeron como consecuencia la perdida de muchas vidas en el pasado.
“La integración no debe entenderse como algo malo, sino que debe tomarse como un bien de enriquecimiento mutuo basado en el respeto interpersonal de las culturas. La paz, el desarrollo y la verdadera integración son fundamentales para garantizar la implementación del Pacto Mundial. Ambos compromisos mantienen a los otros compromisos de manera recta y ordenada, desde minimizar los impulsores adversos de la migración a través de la paz y el desarrollo hasta una conclusión exitosa del proceso migratorio en la integración armoniosa del migrante en la nueva patria”, finaliza.