Pedro Palma dice que las posibilidades de que el actual régimen se mantenga son ‘realmente mínimas’.
La gran amenaza para el nuevo mandato del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no son el aislamiento y las sanciones internacionales, sino el colapso económico que vive el país vecino.
“Esto es lo que puede hacer caer al Gobierno”, asegura el influyente economista venezolano Pedro Palma, director de la consultora Ecoanalítica y expresidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
Las razones que él expone para anticipar una situación política “límite” para el gobierno de Maduro son dos: la hiperinflación, que puede superar los 12 millones % este año y que aniquilará cualquier aumento salarial, y la debacle de la producción petrolera, que llevará las exportaciones a su menor nivel en dos décadas y dejará el Gobierno con mucho menos recursos para abastecer de alimentos, medicinas y otros productos básicos a los venezolanos.
“Bajo estas condiciones de economía caótica, no creo que el Gobierno aguante”, sostiene Palma, doctor en economía de la Universidad de Pensilvania.
A eso se suma que el salario mínimo apenas equivale a 2,40 dólares mensuales y que solo alcanza para comprar un kilo de carne. Hoy, nueve de cada 10 venezolanos son pobres, el doble que hace cuatro años.
Y el Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard estima que entre 3,3 millones y 5,2 millones de venezolanos han emigrado. Estas cifras equivalen a entre el 9,5 % y el 16,5 % de la población del país.
¿Usted cree que en medio del colapso económico y social, Maduro se puede sostener en el poder?
Una situación como esa no es sostenible en el tiempo. Tarde o temprano vendrá un punto de quiebre. ¿Cuándo ocurrirá? Esto no lo sé. La inflación, en el 2018, cerró en 2 millones %, y este año puede ser mayor de 12 millones %. Una situación hiperinflacionaria como esa lo que hace es empobrecer dramáticamente a la población, y esto desencadena, a la vez, una situación de crisis humanitaria, que es la que ha llevado al éxodo de millones de venezolanos que se están quedando en Colombia y en otros países de América Latina.
¿Y cómo puede ser ese punto de quiebre del que usted habla?
Es muy difícil predecirlo, pero puede venir a través de un estallido social, cosa que es por demás peligrosa, porque uno no sabe cómo evoluciona y puede tomar un rumbo más o menos trágico.
¿Cree que el gobierno de Maduro podría colapsar incluso este año?
Los economistas no sabemos cuándo van a pasar las cosas que predecimos, pero, obviamente, a un gobierno con tantos problemas encima, con un desconocimiento internacional generalizado, se le hace mucho más difícil obtener cualquier fuente de financiamiento o ayuda internacional. Si no cambia de actitud y negocia, este gobierno puede caer. Así es insostenible su permanencia en el poder.
¿No aguanta los seis años como presidente?
Bajo estas condiciones de economía caótica, no creo que el Gobierno aguante. No creo que ni Maduro ni ningún gobierno aguante así.
“A un gobierno con tantos problemas encima, con un desconocimiento internacional generalizado, se le hace mucho más difícil obtener cualquier fuente de financiamiento o ayuda internacional”
Usted ha calculado que la producción de petróleo diaria puede caer a 500.000 barriles este año, lo que apenas alcanzaría para el consumo interno. ¿Cómo podría eso acelerar la crisis del régimen de Maduro?
De una manera dramática porque, en la medida en que continúe cayendo la producción de petróleo, el volumen de exportación continuará cayendo. La caída, que creo que inevitablemente va a continuar, lo que hace es crearle un efecto asfixiante al Gobierno en cuanto a la disponibilidad de divisas y, por tanto, le pone mucho más cuesta arriba el manejo de la situación económica.
¿Cree que Maduro podrá manejar esa situación?
El Gobierno enfrenta varios problemas. En primer lugar, hay que mirar cuántos de los barriles que hoy exporta Venezuela (alrededor de 1 millón al día) generan ingresos. Tiene que seguirles mandando petróleo a China y Rusia para pagar la deuda que tiene con esos países, y tiene que seguirle mandando los barriles a Cuba, para supuestamente pagar los médicos que están en Venezuela. Todo ese petróleo no genera un solo dólar.
Esto deja al Gobierno con muy pocos ingresos…
Sí, y el ingreso petrolero es absolutamente indispensable para el Gobierno porque en Venezuela colapsó el aparato productivo público. Al aparato productivo privado ya lo habían destruido con expropiaciones, controles de precios absurdos y la falta de divisas para importar insumos. Y con un sector productivo interno prácticamente colapsado, el abastecimiento tiene que venir de afuera, pero para eso se necesitan dólares que ya no está generando el sector petrolero.
¿Maduro podría decirles a China y Rusia que no puede enviarles todo el petróleo que les envía para pagarles la deuda?
Se verá forzado a negociar con China y Rusia una reducción de los envíos y a decirles a los cubanos que no les puede seguir enviando tanto petróleo para así exportar petróleo que genere ingresos (a Estados Unidos y la India). Y se verá obligado a aumentar el precio de la gasolina para que se reduzca el consumo interno, y así generar barriles para exportar.
¿Pero Maduro se puede dar el lujo de reducir el petróleo que les envía a China y Rusia en pago de deuda?
Seguramente intentará hacerlo amistosamente y dirá que está en una situación de extrema urgencia, pero puede haber un ‘no’ del otro lado y eso haría más complicadas las cosas.
Y es fundamental para el Gobierno mantener una buena relación con China y Rusia…
Puede ofrecerles a los rusos y a los chinos, como ha venido sucediendo con Turquía, mayor acceso a la explotación de otros minerales en Venezuela, una mayor participación en el negocio petrolero en el futuro; cosas de ese tipo, que le den un poco de oxígeno para tener un ingreso de dólares relativamente aceptable o menos traumático.
¿Qué interés geopolítico tienen China y Rusia en Venezuela?
Les interesa tener un pie en América Latina, sin duda.
¿Por sus tensiones con Estados Unidos?
No creo que sea para poner en una situación de riesgo a Estados Unidos, pero sí para buscar una posición hegemónica o lo más hegemónica posible en la política de América Latina y el Caribe.
¿Usted cree que el colapso económico puede obligar a Maduro a negociar con la oposición para aliviar su aislamiento internacional?
Puede ser. Estamos llegando a una situación insostenible en la que las posibilidades de Maduro de mantenerse en el poder pueden ser realmente mínimas. Y tendría que tomar decisiones, como negociar con la oposición. En materia política, en medio de una crisis tan profunda como la que se tiene, el Gobierno puede dar cualquier paso para preservar el poder.
Y la negociación política puede ser uno de esos pasos…
Ante la posibilidad de caer, sí. Negociar con la oposición o con los militares o con quien sea.
Hay quienes temen que, en una situación desesperada, Maduro decida embarcarse en una aventura militar contra Colombia…
No creo que se llegue a esos niveles. Ni remotamente el Ejército venezolano está en condiciones de ganarle una guerra a Colombia. El Ejército colombiano tiene una experiencia infinitamente mayor que la de Venezuela por tantos años combatiendo a la guerrilla.
¿Cómo ve que México se haya apartado de la decisión del Grupo de Lima de desconocer el nuevo mandato de Maduro?
Si México no quiere actuar, lo mejor que podría pasar es que se separe del Grupo de Lima, porque mantenerse ahí es introducir un factor de disonancia. A la vez, el presidente mexicano (Andrés Manuel), López Obrador, se podría convertir en un factor de comunicación con el gobierno de Maduro o con la oposición venezolana. Puede ser una especie de puente, dada su relativa afinidad política con el gobierno de Maduro. No hay que descartar que el gobierno de López Obrador pueda jugar un papel interesante de mediador.
¿Cómo ve el futuro inmediato de los venezolanos?
Creo que los éxodos van a seguir y que, inclusive, van a exacerbarse.
Marisol Gómez Giraldo-El Tiempo
Editora de Paz y Justicia
12 de enero 2019 , 09:08 p.m.