El premio es otorgado a instituciones e individuos que trabajan a favor de la justicia y la libertad, a través del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello
“Queremos compartirlo con este pueblo que ha sido tan noble, un pueblo valeroso, un pueblo que realmente ha sabido dar la talla”, ha dicho el presidente del Episcopado
En reconocimiento a su cercanía y palabra profética con el pueblo venezolano, la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), a través de su Centro de Estudios Políticos y de Gobierno (CEPYG), ha otorgado el premio Valores Democráticos, en la categoría “integridad democrática”, a la Conferencia Episcopal Venezolana(CEV), como lo ha informado la propia CEV en su cuenta de Twitter.
En la actual coyuntura política, la Iglesia ha jugado un rol fundamental en las denuncias de violación de derechos humanos, además de visibilizar con base a investigaciones las cifras de desnutrición infantil que el régimen de Nicolás Maduro se niega a revelar. Este es un reconocimiento otorgado a instituciones e individuos que trabajan en Venezuela a favor de la justicia y la libertad.
Nos sentimos comprometidos
“Como Conferencia Episcopal Venezolana nos sentimos realmente comprometidos al recibir este galardón de la Universidad Católica Andrés Bello, del Centro de Estudios Político y de Gobierno, es un estímulo para seguir trabajando”, ha dicho José Luis Azuaje, presidente de la CEV y arzobispo de Maracaibo.
El prelado resaltó que “no solo somos los obispos, hay tantas personas que están trabajando por el bienestar del pueblo venezolano, por la búsqueda de la libertad anhelada para todo el pueblo, también por la promoción de la dignidad de la persona humana”, en referencia a importantes figuras del quehacer nacional que también recibieron el premio como el caso del periodista César Miguel Rondón –sacado del aire hace poco por sus denuncias– y la dirigente política María Corina Machado.
Un pueblo que ha dado la talla
“Queremos compartirlo con este pueblo que ha sido tan noble, un pueblo valeroso, un pueblo que realmente ha sabido dar, como decimos en Venezuela, “la talla” en los momentos cruciales”, ha expresado el arzobispo.
Igualmente elevó sus oraciones pidiendo “a Dios que nos siga dando la alegría, el gozo, pero sobre todo esa parresía, esa fuerza del Espíritu Santo para seguir al servicio de este pueblo nuestro, que es un pueblo que realmente necesita muchísimo de la ayuda de todos y, entre todos vamos a lograr que la libertad, el bienestar, esté presente en cada hogar, en cada persona”.
Vida Nueva