‘Más que salud’, la última intuición jesuita

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Una iniciativa que la Compañía de Jesús lleva cinco años alumbrando en Salamanca

Se concreta en un libro un proyecto impulsado en Salamanca para “sintonizar con la vocación sanitaria”

El camino empezó hace cinco años fruto del discernimiento de un grupo de estudiantes de la UPSA

Unos 150 jóvenes han visibilizado que “lo ignaciano no se reduce a la educación y a la cooperación”

Es más que conocido que los hijos espirituales de Ignacio de Loyola se caracterizan en nuestro presente por aunar la reflexión, la audacia y la acción concreta. Todos esos ingredientes están presentes en una iniciativa que la Compañía de Jesús lleva cinco años alumbrando en Salamanca: ‘Más que Salud’, cuyo potente testimonio (que reúne a jesuitas y laicos) recogerá dentro de unas semanas un libro del mismo título, editado por Grupo de Comunicación Loyola.

Como explica el jesuita Álvaro Lobo, uno de los promotores de la iniciativa, “es un proyecto pastoral que depende de la oficina Magis (plataforma pastoral promovida por la Compañía y que aúna a diversas congregaciones ignacianas) en colaboración con el Centro de Espiritualidad de Salamanca”. El objetivo, detalla, es tratar de “sintonizar la vocación sanitaria con la vivencia profunda de la fe bajo el prisma ignaciano”.

En torno a la UPSA

Desde que echara a andar hace cinco años, siempre desde la dinámica de los retiros, han pasado por esta experiencia más de 150 jóvenes. Pero, ¿cómo comenzó todo? “Este proyecto comenzó entre un grupo de jóvenes que estábamos estudiando Filosofía en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA). Pronto surgió un equipo, que estaba compuesto por varios jesuitas jóvenes y laicos sanitarios de distintos puntos del país. Éramos conscientes de que en nuestros centros pastorales había muchos médicos, enfermeros…También sabíamos que estábamos ante gente inteligente, sensible y muy comprometida”.

Ante esa intuición, abunda Lobo, tuvieron claro que debían ir un paso más allá y concretar algo nuevo: “Parecía que lo ignaciano se reducía a la educación y a la cooperación, pero nuestra espiritualidad hunde sus raíces en la convalecencia de un tal Íñigo de Loyola. Por otro lado, Jesús trataba enfermos… Así que lo tenemos más fácil que otras profesiones”.

En clave vivencial

“La idea inicial –continúa– era juntarnos para probar qué salía. Los sanitarios enseguida sintonizan bien: mismas inquietudes, preocupaciones, conversaciones, anécdotas… Queríamos que fuese algo vivencial, con la idea de profundizar en ambas vocaciones”.

Como recalca el joven jesuita, siempre tuvieron claro que “no debíamos dedicar el fin de semana a charlas formativas…, que se nos da muy bien a los religiosos, pero que pueden aburrir a la mayoría de los jóvenes”. Así, “la respuesta fue muy buena desde el principio. Después, nos animamos con ‘Más que Salud 2’, ya en forma de retiro”. De un modo paralelo, aunque dentro de este mismo espíritu de encuentro y ebullición, por cierto, “surgieron también ‘Más que Derecho’, ‘Más que Ingeniería’ o ‘Más que Profesionales’”.

Se extenderá en Europa y América Latina

Ejemplo de lo bien que está funcionando este modo de caminar juntos es el efecto que está ocasionando en otras comunidades. Y es que, como reconoce el religioso, “sabemos que otros jesuitas lo quieren lanzar en países de Europa y América Latina”.

Ahora, de hecho, al canalizarse la experiencia en un libro que puede llegar a todo tipo de lectores, en lo que es “el resultado de la ilusión y amistad de muchos”, se comprobará hasta qué punto han tratado de “aunar la vocación religiosa y la vocación sanitaria”, reclamando que “la espiritualidad ignaciana tiene mucho que ver con la salud, y de forma joven y creativa”.

Articulado en cinco verbos

“El libro –profundiza– se divide en cinco verbos a modo de claves ignacianas: contemplar, palpar, consolar, cuidar y cuidarse. En cada parte, un grupo compuesto por jóvenes y veteranos profesionales invita a la reflexión y a profundizar en un mundo tan especial como el sanitario. Está acompañado de algunos recursos: textos, oraciones, vídeos y canciones. En el equipo hemos participado unas 20 personas, desde trabajadores recién graduados hasta veteranos profesores. Cada uno ha puesto su mejor parte, por lo que es complicado que así salga mal. El prólogo es del jesuita Toño García, siendo un privilegio haber podido contar con él para este proyecto”.

En cuanto al posible destinatario de una obra así, si bien es cierto que puede despertar el interés de cualquiera con un mínimo de empatía por este ámbito, la verdad es que “el libro está destinado principalmente a profesionales del mundo de la salud”. Y es que, aunque “los hospitales pueden ser espacios asépticos en muchos los sentidos y allí se juegan los partidos más importantes de nuestra vida, sin embargo, no hay mucho hueco para lo religioso y para las miles de preguntas que pueden surgir en cada turno de trabajo”.

También para los enfermos

“Por supuesto –acota Lobo– que también está destinado a personas que padecen una enfermedad. La falta de salud nunca es deseable, pero estamos convencidos de que puede ser una oportunidad de encuentro con Dios. Nuestra idea es que, con este libro, se puedan organizar ejercicios, retiros o encuentros diversos en parroquias, hospitales o diócesis para que ayuden a las personas a encontrarse con Dios en el mundo sanitario. Ojalá pueda ayudar”.

En el fondo, este es el último fin del proyecto… “Es imprescindible seguir buscando nuevas formas de llevar a Dios a los jóvenes. Especialmente necesaria es la cultura vocacional, tanto en lo profesional como en lo religioso. En las nuevas generaciones nos jugamos el futuro de la Iglesia y de la sociedad; así al menos lo marcan también las nuevas prioridades de la Compañía de Jesús”.

A nivel personal, concluye Lobo, “lo más bonito de este proyecto de ‘Más que Salud’ es la ilusión de poder trabajar juntos. No son palabras bellas, todo el mundo aporta su experiencia con una disponibilidad enorme. Como jesuita, es una gozada poder trabajar con compañeros y amigos”.

Vida Nueva