El prelado de la frontera pidió el cese de la persecución y cuestionó la orden de “más arriba”, atribuida a la administración de Nicolás Maduro, bajo la cual se arremete contra la población vulnerable. Recordó que nada ni nadie está “más arriba que Dios”.
El Vicario Apostólico del Caroní, monseñor Felipe González González se solidarizó con las víctimas en Venezuela, a través de un comunicado enviado a la redacción de Reporte Católico Lauco en el que expresa desde la Iglesia local “su sentimiento de dolor”, al tiempo que comparte la “angustia de los familiares de los difuntos en un acompañamiento solidario”.
Para los difuntos “mi oración por su eterno descanso. Para los heridos, pido al Señor una pronta y favorable recuperación. A los desaparecidos, que tengan pronto un final feliz, después de las angustias de la separación”, señala.
“A los huidos y perseguidos, dijo el prelado: ánimo, que cese la persecución y consigan, en un futuro muy cercano, la calma, la tranquilidad y el reencuentro familiar”.
Buscan “chivo expiatorio” por el apagón
Monseñor González condenó la búsqueda de “un ‘un chivo expiatorio’ que sea el culpable de todo el desastre” derivado del apagón nacional que terminó de colapsar al país y lo dejó a oscuras por más de cinco días.
Denunció que se continúa entrando “impunemente en las casas” con la excusa de hallar “las armas que abandonaron los militares, en la toma del aeropuerto; se persigue a personas, se atemoriza a la ciudadanía”.
El representante de la Iglesia Católica exigió la apertura de la frontera entre Venezuela y Brasil, cuestionando: “Por qué no se abre ya la frontera, evitando peligros, cobros de vacunas y amedrentamiento”. Recordó en este aspecto que “hay niños que estudian en Brasil y no se les permite pasar. Hay enfermos que necesitan medinas y en Santa Elena (de Uairén) no se encuentran”.
“Hay familias que se les ha acabado la comida o se les ha estropeado por falta de refrigeración y no pueden ir a conseguir lo necesario en Pacaraima. ¿Hasta cuándo Sr. (Nicolás) Maduro, y Sres. Militares que reciben órdenes de “arriba”? Qué tan arriba está ese “arriba”. ¿No es de más arriba la orden de “Amar al prójimo, como a ti mismo”, de “hacer a los demás lo que quieres que te hagan a ti”? ¿O está más arriba y es más importante defender una ideología y un partido político?”, condenó.
“No se puede camuflar y engañar haciendo creer que se está defendiendo la Patria y la Constitución, cuando lo que se defiende, en realidad, son los intereses partidistas de una ideología o un sistema político y otros intereses personales”, sostuvo.
Unidos en oración
El pastor católico citó el salmo 141 que “nos recuerda la angustia del perseguido y traicionado: “Con mi voz clamé al Señor, con mi voz supliqué al Señor. Por el camino que transitaba me escondieron trampas”. Y en tal sentido llamó a “seguir con oración y esfuerzo en la búsqueda de la mejoría de cada uno para lograr el cambio estructural”.
Dijo que “no podemos caer en la trampa del desaliento, de la angustia, del ‘ya pa’ qué’. (Pues) cada uno desde su realidad es protagonista del cambio que anhelamos. No podemos decir: ‘Que lo haga el otro’. Mi parte es importante. Los dos pescaditos y los cinco panes eran insignificantes para dar de comer ‘a tanta gente’, pero fueron suficientes y sobró”.
El prelado también hizo una alegoría con el deporte rey, señalando que “muchas personas siguen los deportes de las ligas europeas de fútbol. Cuando un equipo bueno no gana los partidos, responsabilizan al entrenador y éste tiene dos opciones: o cambia de tácticas de juego o le cambian a él”.
Con este argumento, indicó que “Venezuela tiene un gran equipo: cualidades humanas y riquezas naturales…. pero ha perdido muchos partidos durante estos años: falta de alimento, de medicinas, empresas quebradas e improductivas, colapso en los sistemas públicos, separación, conflicto y hasta odio, en ocasiones, entre los jugadores, (ciudadanos)…, el presidente del club, el pueblo, debe exigir y exige: o el cambio de táctica política o el cambio del preparador técnico”.
Venezuela clama resurrección
“No sé cuán largo y doloroso será este camino del Calvario para llegar pronto, pasando por la Cruz, a la Gloria de la Resurrección. No podemos eternizarnos en las lágrimas y lamentaciones al pie de la cruz o en la soledad del sepulcro. ‘Pascua’ significa ‘paso’. Paso de la muerte del dolor y la muerte a la alegría de la nueva vida del Resucitado. Paso del pecado (revisión y renovación cuaresmal) a la Gracia. Paso de la esclavitud a la libertad. Paso de una Venezuela empobrecida, triste, dividida, dando lástima a todo el mundo, a una Venezuela resucitada, alegre, unida con sus diferentes matices, productiva, acogedora. Caminemos hacia La Pascua”.
“En estos días cuaresmales, revisemos, renovemos, cambiemos lo que haya que cambiar. La meta es la Resurrección. Cristo ha resucitado. Resucitemos con Él”, concluyó en su contundente mensaje.
Carlos Zapata | Reporte Católico Laico
