“¡No dejemos a nadie atrás!”: Campaña Compartir 2019 de la Conferencia Episcopal Venezolana

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Campaña Compartir 2019

Con el inicio de la Cuaresma 2019, la Conferencia Episcopal Venezolana a través de Departamento de Pastoral Social- Cáritas de Venezuela pone en marcha la XXXIX Campaña Compartir 2019 bajo el lema ¡No dejemos a nadie atrás!, con la finalidad de dar asistencia a muchos niños y ancianos que han quedado desprotegidos y desasistidos ante la ola migratoria que está experimentando nuestro país.

La emigración afecta a todas las personas, trae consecuencias en su vida que pueden desencadenar en depresión, tristeza y otras enfermedades, si no es atendido a tiempo. Las personas de la tercera edad sufren en gran medida las consecuencias de la emigración; ya sea que sus hijos y familiares jóvenes han decidido emigrar y ellos se quedan solos sintiéndose abandonados; o que ellos mismos tomen la decisión de emigrar e iniciar una nueva vida en otro país. En uno u otro caso la emigración tiene sus consecuencias.

La niñez dejada atrás es un término utilizado por distintas organizaciones, no solo por la ONU, que funciona para distintos contextos. Se refiere a niños víctimas de cualquier tipo de discriminación, incluidos los que emigran o que sus padres emigran, pero también a aquellos que están detrás de otros en cuanto a derechos se refiere.

La emigración en sí misma no es un mal, es un fenómeno humano complejo y tan antiguo como la misma humanidad… El mal de la emigración suele estar en las causas que la originan, generalmente situaciones de injusticia, de violencia y de carencia de lo más mínimo para el digno desarrollo de las personas y de sus familias. La enseñanza de la Iglesia en su doctrina social recuerda que emigrar es un derecho. La Iglesia ha contemplado siempre en los emigrantes la imagen de Cristo que dijo: “era forastero, y me hospedasteis” (Mt 25,35). Para ella sus vicisitudes son interpelación a la fe y al amor de los creyentes.

Con esta iniciativa de cara a la realidad actual, la Campaña Compartir 2019, busca que los afectados no sientan soledad y tristeza. La cuaresma es tiempo de compartir, de estar con el prójimo en sus momentos más cumbres, que sientan asistencia, acompañamiento. Como cristianos no podemos dejar de lado a esta porción delicada de la humanidad como lo son las personas de la tercera edad y sus nietos, quienes han quedado bajo su cuidado.

Cada diócesis, parroquia, vicaría, capilla suman esfuerzos y voluntades para salir al encuentro de estos venezolanos que sufren ante esta estela de problemáticas de nuestro país.

Propósitos y Contenidos de la Campaña Compartir 2019

Este 2019 la organización de la Campaña Compartir se enfocará en 4 grandes actividades:

  1. Solidaridad y atención ancianos:promover el gesto fraterno para la atención en Venezuela de los ancianos, destinando fondos para el fortalecimiento de los ancianatos de la iglesia católica que se han visto debilitado en medio de la crisis económica; así como comedores y ollas solidarias donde hoy se atienden con servicios de alimentación a miles de ancianos en todo el país, promoviendo un acompañamiento socio pastoral a los ancianos que eran cuidados y ahora volvieron a ser cuidadores.
  2. Fortalecimiento del vínculo generacional y el sentido de pertenencia:entre los jóvenes y los ancianos, animando espacios donde los jóvenes de la iglesia puedan servir, acompañar, adiestrar y asumir un rol que les generar valor social y un sentido de pertenencia con el país y con la gente. Hoy más que nunca se exhorta a los jóvenes a acompañar a nuestros ancianos y niños.
  3. Educación sobre riesgos migratorios:realizar campañas de promoción de ruta segura para prevenir riesgos y sufrimiento en el tema de trata, reclutamiento forzoso, actividades ilegales entre otros.
  4. Visibilizar a los niños y ancianosen situación de extrema vulnerabilidad social.

Desafíos de la Movilidad Humana

“Acoger, proteger, promover e integrar” son los cuatro verbos utilizados por el Papa Francisco ante esta propuesta de enfrentar la dramática realidad de tantos migrantes y refugiados que huyen de las guerras, persecuciones, desastres naturales y de la pobreza. Por eso el Papa Francisco también nos invita a acoger a los migrantes y a todos sus miembros familiares, que le abramos las puertas y recibamos a cuanto necesitan, que suscitemos una cultura del encuentro ante un mundo signado por la migración forzada por una turbulencia política, social y económica o por situaciones de desastres naturales.

La Sagrada Escritura nos enseña cómo debemos comportarnos con los extranjeros, inmigrantes, refugiados y la gente que queda atrás como los ancianos y niños que sufren el desarraigo y la desprotección de sus seres queridos que han migrado.

Deuteronomio 24, 17-18 “No le niegues sus derechos al extranjero ni al huérfano, ni tomes en prenda el manto de la viuda. Recuerda que fuiste esclavo en Egipto, y que el Señor tu Dos te sacó de allí. Por eso te ordeno que actúes con justicia”.

“Compartir” cumple 39 años de Vocación Social

El 12 de enero de 1981 fue lanzada por primera vez la Campaña Compartir por la Conferencia Episcopal Venezolana, a través de su Departamento de Pastoral Social Cáritas Venezolana. Para aquel entonces la campaña se tituló Campaña Cuaresma 81: “Compartir” y de allí quedó el nombre que hasta hoy identifica esta actividad que año a año promueve la unión de la gente para la solución de problemas sociales.

La Campaña Compartir se inspiró en la solicitud que la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, realizada en la ciudad de Puebla, México, en 1979, hiciera a todos los católicos de Latinoamérica sobre la opción por los pobres, los cuales merecen una atención preferencial, sea la situación moral o personal en la que se encuentren. En Puebla se reafirmó que toda persona en situación de pobreza, sea cual sea su estado, está hecha a imagen y semejanza de dios para ser sus hijos. En la pobreza esta imagen está empobrecida y aún escarnecida. Por eso Dios los toma en su defensa y los ama.

Compartir nació para ayudar a solucionar los problemas de la pobreza, promoviendo el respeto a la dignidad humana, la educación, la organización comunitaria y el desarrollo integral. Además, informar y difundir la doctrina social de la iglesia, sus actividades en el territorio nacional y promover actividades de autofinanciamiento.