Venezuela no figura en informe mundial sobre crisis alimentaria

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Migrantes Venezolanos

Por no tener cifras oficiales se deja fuera a la nación sudamericana, pese a estar sumida en la peor crisis de su historia. Más de 50 países -con EUUU y la UE a la cabeza- intentan frenar el drama que tiene a los niños como el protagonista más vulnerable.

Al menos 5 millones de venezolanos han huido de su país por la crisis humanitaria en el último lustro (ONU), 90% de la población es pobre (Encovi 20019) y 4 de cada diez familias come de la basura (Cáritas); pero en el informe mundial que ubica en más de 113 millones las personas que pasaron hambre extrema en 2018 no figuran los venezolanos.

El no contar con cifras oficiales -según reveló el jefe de situaciones de emergencia de la FAO, Dominique Burgeon, a la agencia AFP- habría sido motivo suficiente para que la nación sudamericana -sumida en la peor crisis de su historia- no figure en el documento elaborado por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Unión Europea (UE) y otras organizaciones internacionales.

Sin embargo, no es secreto que Venezuela atraviesa una severa crisis económica y política que incluye escasez de alimentos y medicinas; así como una hiperinflación que pulveriza a ritmo vertiginoso el poder adquisitivo de los venezolanos.

“Tomó el cepillo de dientes de la basura”

En diversos tonos y desde distintas plataformas es posible constatar el hambre que se sufre en Venezuela. No en vano se espera la entrada de ayuda humanitaria en menos de dos semanas tras el anuncio realizado por la Cruz Roja Internacional, cuyo máximo representante ha dicho desde Caracas, que contará con el apoyo de la Iglesia Católica.

Unas 650 mil personas serían el objetivo inicial del plan que tiene como prioridad la salud y la alimentación.

Y es que las razones abundan, unas más crueles que otras, como la que escribe Bony Pertiñez en un reciente trino en la red social que impactó a no pocos venezolanos:

“He decidido botar un cepillo de dientes, estaba bastante desgastado. Lo que nunca me imaginé fue que Iván viera por la ventana a un señor escarbando en la basura, con una gran cara de felicidad cuando encontró el cepillo. Lo tomó, lo limpió con su franela y se lo llevó en su bolsillo”.

El mensaje se hizo viral: obtuvo en pocas horas 1167 retuits, 1310 likes y más de un centenar de comentarios. Pertiñez es “la esposa del comisario Simonovis”, un emblemático preso político de Hugo Chávez desde 2004. Es abogada de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y especialista en Ciencias Penales y Criminológicas.

Su trabajo la llevó a ser asesora de la Comisión de Política Interior de la Asamblea Nacional. Además es fundadora y directora ejecutiva del “Observatorio de Justicia”, una asociación civil basada en la defensa y respeto de los derechos humanos en Venezuela.

Bony formó parte de los más de 20.000 trabajadores de la industria petrolera despedidos por Chávez de manera ilegal en marzo del año 2003.  Era entonces Analista de Asuntos Internos y Prevención en la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA); hoy una empresa quebrada que no produce el millón de barriles de crudo diarios, aunque era una de las cinco petroleras más importantes del mundo.

Sus tuits son una crónica diaria de Venezuela vista desde su ventana, vigilada permanentemente por los custodios de su esposo, quien sufre arresto domiciliario.

“¡Cuánto dolor! Hoy vi a muchos hurgando en la basura. Los supermercados muy solos. Y entro a Twitter y encuentro un ambiente apagado. Dios nos ayude a salir de esta debacle”, le contesta @rocchalcov, en una serie de hilos que se pierden de vista.

Venezuela vive su propio conflicto

Venezuela podría ingresar al ranking 2019 de países que se enfrentan a graves crisis alimentarias tras la obtención de datos recientes, según aclaró Burgeon, quien se confesó preocupado por el país latinoamericano.

Las naciones más afectadas por hambruna serían Yemen, República Democrática del Congo y Afganistán, de acuerdo con la última edición del informe que incluye a 33 países africanos, entre ellos: Etiopía, Sudán y Nigeria.

A diferencia de Venezuela -donde el comunismo y la corrupción han hecho estragos, los conflictos armados siguen siendo la principal causa de la inseguridad alimentaria en el mundo. Señala el documento también que alrededor de 74 millones de personas, o los dos tercios de la población total que sufre hambre en el planeta, viven en 21 países o territorios afectados por conflictos.

Millón y medio de refugiados

Lo que sí contabiliza el informe es a 1,5 millones de venezolanos que han cruzado las fronteras en busca oficial de refugio en tres países vecinos: Colombia, Ecuador y Perú, los cuales siguen teniendo grandes dificultades para garantizar su alimentación.

Señala el reporte que al menos 360.000 de ellos atraviesan una “crisis alimentaria aguda” (la fase 3 de este baremo internacional de cinco niveles) mientras que unos 600.000 estarían en la fase 2 de dificultades.

De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), cerca de un tercio de los migrantes venezolanos en Colombia (de un total de 1.1 millones) sufre malnutrición. En Ecuador son 38% (de un total de 221.000 que han buscado refugio en ese país) y en Perú 14% (sobre un poco más de 500.000).

La FAO también se muestra preocupada por la situación en Colombia, por ser a la vez un país de tránsito y destino para los venezolanos, pero que además aún tiene a 487 mil “personas vulnerables desplazadas” por décadas de conflicto armado dentro de esa nación.

25% de Venezuela tiene “necesidad de ayuda urgente”

Yemen, golpeada por una guerra civil desde 2015, se ubica como el país más afectado por el hambre en el mundo. A finales de 2018, la situación alcanzó un punto crítico con más de la mitad (53%) de la población total con necesidad de una ayuda alimentaria urgente, señala este informe anual.

La ONU ubica en 25% a la población venezolana “con necesidad de ayuda urgente”, aunque el informe se elaboró antes del apagón del 7 de marzo que mantiene sin luz y sin agua a la casi totalidad de la población.

En la nación sudamericana, Aleteia ha podido constatar que en la actualidad no hay acceso a servicios y derechos básicos como el agua, la alimentación, la electricidad, la salud, el transporte o la educación. Además, el área de emergencia de los hospitales depende de plantas eléctricas que funcionan con un combustible cada vez más escaso en el hasta hace poco país exportador de petróleo.

Las actividades escolares continúan suspendidas por orden del Ejecutivo de Nicolás Maduro, calificado por la Asamblea Nacional como usurpador y desconocido por más de 50 países -incluidos Estados Unidos y la Unión Europea. Tampoco hay normalidad laboral, a pesar de que se ordenara la reanudación de jornada diaria, máximo “hasta las 2 de la tarde”, tras un mes en el que el 90% de los días fueron decretados “no laborables”.

La mayoría de las familias venezolanas no sabe de cifras ni de informes; saben de dramas y de oración, una que cada segundo clama a Dios por el respeto de su don más preciado: ¡Suplican por la vida!

Carlos Zapata/Aleteia Venezuela