Palmeros y palmeritos partieron con la bendición de Dios a la montaña en la búsqueda de las esperadas palmas que hoy se entregan con motivo del Domingo de Ramos, que da inicio a la Semana Santa. Se trata de una tradición bicententaria que recuerda con fervor el auxilio de Dios por su gente.
Este sábado, víspera del Domingo de Ramos que hoy da inicio a la Semana Santa, cientos de vecinos y visitantes acudieron a la entrada de Sabas Nieves para ser parte de la bajada de los Palmeros y palmeritos, al conmemorar una tradición que los une como familia cada año.
“Los palmeros han hecho el mayor esfuerzo para ser decretados como Patrimonio de la Humanidad con el apoyo de diferentes personas y en especial, de la Alcaldía de Chacao” recordó desde el sitio el alcalde de Chacao, Gustavo Duque, quien dijo que fueron bendecidas las palmas en la Iglesia de Chacao, para ser entregadas este domingo a los feligreses.
La actividad religiosa representa además un importante hecho cultural que en el marco de la llamada “bajada” de los palmeros, convierte a Chacao en un sitio de encuentro para la fe. Además, es acompañado de diversas expresiones mirandinas a lo largo de todo el recorrido, incluyendo -en esta ocasión- a Los Santos Inocentes de Caucagua.
Tras la bajada de las palmas, los palmeros acudieron en procesión hasta la Iglesia San José de Chacao, y fueron acompañados por la Orquesta Sinfónica de Chacao que les brindó un repertorio para unirse a la celebración de la fe, en la Av. Jose Isturiz a la altura de la Castellana.
Formaron parte de la actividad Las Burriquitas de El Pedregal, que brindaron especial color al ameno recorrido, mientras los vecinos disfrutaron de la tradicional Parranda de San Pedro a la altura de la Plaza Las 4 Luces.
Palmeritos…
Previo a su ascenso al Ávila, son bendecidos los niños de entre 6 y 13 años de edad que participan de la actividad. Son conocidos como “palmeritos” y reciben charlas de promoción ecológica-ambientalista y de protección civil.
El trabajo se realiza desde hace más de dos siglos en el pulmón natural de Caracas. Los palmeros se alimentan con cítricos a lo largo de su especial jornada, adonde suelen llevar pasamontañas y abrigos para hacerle frente al frío de la zona.
La representativa tradición que se realiza todos los años previo al arranque de Semana Santa hace referencia a un grupo de personas que suben al parque nacional Ávila a recoger las palmas que luego serán distribuidos en la misa del Domingo de Ramos.
A siglos del milagro
Su historia data de finales de 1776, cuando un brote de fiebre amarilla cubrió a parte de la capital venezolana, diezmando a la población de Chacao. El párroco de la Iglesia San José, José Antonio Mohedano, suplicaba con fervor que la enfermedad acabara.
En una de las misas pidió a los devotos que enviaran a sus obreros a visitar el pulmón vegetal y traer de él las palmas para el Domingo de Ramos. Escalaron la montaña, entre rezos y oraciones suplicando a Dios por la salud para el pueblo.
Tardaron días en distribuir las palmas que llegaron a los hogares de todos los enfermos, quienes milagrosamente sanaron llegado el Domingo de Ramos. El milagro se recuerda y la tradición de trasladar las hojas de las palmas del cerro continúa sin falta cada año con profunda devoción.
Desde el año 1985, los Palmeros de Chacao están formalizados como asociación civil que organiza esta actividad, la cual respeta además las ordenanzas municipales y el marco legal que en materia ambiental dictaminan tanto el Ministerio del Ambiente como el Instituto Nacional de Parques (Inparques).
Patrimonio Cultural de la Humanidad
El año pasado, la Alcaldía de Chacao verificó el expediente que fue consignado ante la Unesco para procurar que se declare Patrimonio Cultural de la Humanidad esta importante tradición venezolana con casi 250 años de historia.
Carlos Zapata | Reporte Católico Laico