“Hacía una Pastoral Indígena en Venezuela”, bajo este nombre el episcopado reunió a 50 participantes de diversas etnias del país entre misioneros, sacerdotes, seminaristas y laicos
Eleazar López Hernández, sacerdote mexicano, de amplia trayectoria en el impulso de la pastoral indígena en América Latina y el Caribe acompañó este encuentro
La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) realizó la 1ª jornada de reflexión y animación misionera en torno a los pueblos indígenas, hoy en día los más afectados por la crisis social, como el caso del pueblo Pemón en el sur del país, quienes han sido víctimas de una férrea persecución y ajusticiamiento.
“Hacía una Pastoral Indígena en Venezuela”, bajo este nombre la CEV, reunió a 50 participantes de diversas etnias del país entre misioneros, sacerdotes, seminaristas y laicos, quienes compartieron vivencias pastorales para discernir en el avance de la construcción de una pastoral indígena que responda a los desafíos de la actual coyuntura social y eclesial del país.
En manos de los indígenas
Uno de los invitados especiales a esta cita fue Eleazar López Hernández, sacerdote mexicano, de amplia trayectoria en el impulso de la pastoral indígena en América Latina y el Caribe, quien funge como asesor de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) y del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
“Ha llegado el momento de mantener la conducción, no solamente en manos de misioneros que vengan de fuera, sino de la misma gente del lugar, es decir en manos indígenas, y en eso está la base de la Pastoral Indígena”, ha dicho López.
Valorar la cultura ancestral
Entre los asistentes, Dilmer Báez, presbítero de la arquidiócesis de Maracaibo, adscrito a la región Guajira, limítrofe con Colombia, ha destacado la importancia de este encuentro para llevar herramientas a sus parroquias.
Asimismo el sacerdote de origen wayuú ha señalado que en esta jornada “nos han dado ideas para seguir trabajando y profundizando en nuestras propias culturas, nuestras comunidades, valorar el sentido cultural, el sentido étnico de nuestros hermanos los indígenas, para iluminar esta pastoral desde nuestra fe y la esperanza” aún en medio de las vicisitudes que deben vivir.
Finalmente se han trazado tareas importantes como la de escuchar a los ancianos, poseedores de la sabiduría de los pueblos, y dar protagonismo a los jóvenes, quienes darán continuidad a las grandes intuiciones que se generarán en la pastoral indígena.
CEV
