Domingo 20 del Tiempo Ordinario
”He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo!”
Cuántos siguen espantados ante estas palabras pronunciadas por el Príncipe de la Paz.
¿Qué es lo que desea Jesús?
¿Fuego ardiendo en nuestra tierra?
Pues sí, el fuego que transforma todo lo que toca, ese fuego que arrasa con lo que encuentra en su camino.
Hoy Jesús sigue deseando ese fuego ardiendo, en cada discípulo, en cada creyente, en cada bautizado, en ti. Pero Jesús no te quiere guabinoso, a medias tintas, como lucesita de navidad ¡no vale, nada que ver! El Señor te quiere radical, entregado, comprometido hasta el final.
Cristo es una explosión de fuego, que purifica, que transforma, y tu que has sido bautizado en el Fuego de Dios, estas llamado a ser testigo y anunciador de su mensaje de salvación.
¿Qué esperas? La decisión está en ti, no debes hacer nada extraordinario, sino purificar lo ordinario de la cotidianidad y hacer nuevas todas las cosas.
Padre Deiby Sánchez
@pdeibysanchez