La Iglesia Católica en Irlanda aprobó oficialmente el primer milagro obrado en el Santuario de Knock, donde se aparecieron la Virgen María, San José y el Agnus Dei. En este lugar una mujer fue curada tras recibir la bendición con el Santísimo Sacramento.
La curación ocurrió en el santuario en 1989. Marion Carroll, que estaba paralítica y que sufría de epilepsia, fue llevada hasta el lugar en una camilla. El entonces Obispo de Ardagh y Clonmacnois, Mons. Colm O’Reilly, la bendijo con la custodia y poco después se curó milagrosamente.
Tras estar en Misa, fue llevada a un lugar para ser atendida. Allí pidió que la dejaran levantarse de la camilla. Así lo hizo y ya estaba curada. Desde entonces ella sirve en el santuario asistiendo a los peregrinos.
El 1 de septiembre de este año, en una Misa celebrada en el santuario, el actual Obispo de Ardagh y Clonmacnois, Mons. Francis Duffy, dijo: “Reconozco que Marion fue curada de su larga enfermedad cuando vino en peregrinación a este lugar santo”.
Tras señalar que muchos fueron testigos de la curación de la mujer, el Prelado resaltó que en 1989 “Marion fue liberada de su enfermedad y del impacto que esta tenía en ella y su familia. También fue una curación para la que no hay explicación médica. Es definitiva y desafía cualquier explicación médica”.
El Arzobispo de Tuam, Mons. Michael Neary, también estuvo en la Misa del 1 de septiembre y dijo que “hoy la Iglesia formalmente reconoce que esta curación no admite explicación médica y se une en oración, alabanza y acción de gracias a Dios”.
Las apariciones en Knock
El 21 de agosto de 1879, alrededor de las 8:00 p.m., quince personas de entre 5 y 74 años de edad presenciaron la aparición de la Virgen María, San José, el Agnus Dei y San Juan Evangelista, envueltos en una brillante luz al interior de la iglesia parroquial del pueblo de Knock.
Junto a las figuras de los santos que estaban en el centro del recinto, había un altar grande y sencillo. Sobre el altar apareció un Cordero mirando hacia el oeste y tras Él se erguía una gran cruz. Los ángeles rodeaban al Cordero durante toda la aparición.
La información oficial del santuario indica que los testigos presenciaron la aparición durante una lluvia torrencial de dos horas, mientras recitaban el Santo Rosario. A diferencia de otras apariciones, en esta la Virgen se mantuvo en silencio y no dio ningún mensaje.
Los testimonios fueron recogidos seis semanas después por una Comisión de Investigación creada por el Arzobispo de Tuam, Mons. John MacHale, en octubre de 1879. Los quince testigos fueron examinados y la comisión reportó que el testimonio de todos, tomados juntos, era confiable y satisfactorio.
En 1936 se creó otra comisión ante la cual comparecieron los tres videntes sobrevivientes: Mary O’Connell (Mary Byrne), Patrick Byrne y John Curry. Los tres confirmaron sus declaraciones originales de muchos años atrás.
El Vaticano dio su aprobación luego de los informes de las comisiones de 1879 y 1936.
ACI Prensa