En preparación a la II Asamblea Nacional de Pastoral 2020, cuyo lema es “La Parroquia misionera en salida para los nuevos tiempos, desde una Iglesia en comunión”, el punto focal es precisamente renovar la vida parroquial procurado la práctica de la sinodalidad a la que constantemente invita el Papa Francisco; es decir, el caminar juntos como pueblo peregrino de Dios.
Esta participación sinodal debe iniciar desde los servicios y ministerios que realizan los laicos, para promover una pastoral comprometida y en comunión con la parroquia, que más allá del templo y los feligreses que se reúnen en él, se trata de toda la comunidad.
A propósito de este tema, es importante dar a conocer la diferencia entre Iglesia, templo y parroquia. Mientras que la Iglesia comprende la comunidad conformada por los bautizados, discípulos misioneros del pueblo de Dios que testimonian y anuncian el evangelio, el templo es la estructura física en la que la comunidad de cristianos de una determinada parroquia se congrega, para compartir en comunión el mismo credo, celebrando la liturgia, formando discípulos misioneros y conformando grupos apostolados desde los diversos carismas y dones de la Iglesia.
La parroquia, por su parte, es la amplitud de las comunidades cristianas que hacen vida en los diversos templos que se encuentran en un determinado espacio geográfico, y que comparten aspectos culturales y sociales. Sin embargo, es necesario destacar que la parroquia no se limita a la Iglesia que participa de la fe cristiana, sino a aquellos que aun no comparten dicha fe; y que hallándose en el territorio que comprende la parroquia, son agentes para la evangelización a que deben ser llamados e incorporados a la vida cristiana.
Tal como indicó San Juan Pablo II en su Exhortación apostólica Christifideles Laici: “La comunión eclesial, aun conservando siempre su dimensión universal, encuentra su expresión más visible e inmediata en la Parroquia. Ella es la última localización de la Iglesia: es en cierto sentido, la misma Iglesia que vive entre las casas de sus hijos y de sus hijas”. La parroquia siempre ha sido y sigue siendo el principal espacio que promueve el crecimiento del pueblo de Dios; el más importante canal de información y comunicación de la Doctrina de la Iglesia Católica y la instancia en la que la persona que desea seguir a Cristo es recibida fraternamente por hermanos que comparten el mismo deseo, y junto a los cuales inicia el proceso de conversión espiritual.
A continuación, compartimos el enlace en el que puedes descargar en PDF los instrumentos de trabajo para la realización de las asambleas parroquiales, diocesanas y provinciales que forman parte del camino preparativo a la II Asamblea Nacional de Pastoral 2020