Dios actúa de maneras misteriosas. Esa verdad se hace particularmente evidente en el tipo de cosas que hace con aquellos que son especialmente cercanos a Él.
Estas cosas, si bien son habilidades extraordinarias que estos santos tuvieron, fueron dadas en sus inicios por Dios con el único objetivo de tener más conversos a Él. Fueron “superpoderes” para la evangelización.
Aquí hay algunos santos que tuvieron estos “superpoderes”:
1.- San José de Cupertino: “Poder de volar”
No estamos hablando de algunas historias que dicen que San José de Cupertino voló en privado, o solo para algunas personas. Estamos hablando de él volando regularmente frente a grandes grupos de personas.
Ya sea durante la Misa, la Liturgia de las Horas, o solo con la mención del nombre de Jesús o un santo, José entraría involuntariamente en éxtasis y comenzaría a levitar.
Su constante e incontrolable levitación se convirtió en un problema. Sus superiores religiosos consideraron el fenómeno disruptivo. Al final de su vida, lo transfirieron a diferentes monasterios y lo mantuvo en celdas solo.
Pero siguió levitando ante el nombre de Jesús de todos modos…
2.- Cristina la asombrosa: “Poder de la indestructibilidad”
Aunque no es una santa oficialmente canonizada en la Iglesia, fue considerada una santa en su propia vida (siglos XII y XIII) y, sin embargo, tiene algunas historias bastante interesantes, todas las cuales muestran el hecho de que era básicamente indestructible.
Para empezar, parecía morir de una convulsión a los 20 años. Su cuerpo estaba preparado para el entierro y se celebró un funeral, pero en medio del funeral se levantó, llena de energía.
Ella dijo que había tenido una experiencia sobrenatural del cielo, el infierno y el purgatorio. Fue entonces cuando comenzó a hacer cosas bastante intensas.
Primero, ella ayunó y se privó de cualquier comodidad corporal con bastante severidad. Pero eso no fue suficiente. También se arrojaba regularmente a hornos en llamas, pero los dejaba sin quemaduras.
En pleno invierno, ella iba a nadar en un río helado cercano, a veces permanecía en el agua durante días o incluso semanas a la vez. A veces, incluso se dejaba atrapar por un molino que estaba operando en el río, y la rueda del molino la hacía girar.
A pesar de todas estas cosas, ella vivió hasta los 74 años.
3.- Santa Catalina de Alejandría: “Poderes mentales”
Santa Catalina fue una princesa en Egipto en el siglo III y recibió una buena educación. Aunque criada como pagana, cuando era una adolescente afirmó que la Santísima Virgen María se le apareció, le dijo que se había casado con Cristo en un matrimonio místico y que se convirtió a la fe cristiana.
Poco después, tuvo una audiencia personal con el emperador romano Majencio e intentó convencerlo de que dejara de perseguir a los cristianos. El emperador sacó a sus mejores filósofos y retóricos para debatir sobre esto, pero, sorprendentemente, ella ganó su debate. Varios de sus interlocutores quedaron tan impresionados que se convirtieron al cristianismo.
Furioso, el emperador la encarceló. Pero su persuasión simplemente continuó en prisión. Entre los que conoció en prisión y los que visitaron, 200 personas fueron convertidas por su evangelización.
Fue sentenciada a muerte. Pero cuando tocó la rueda de púas que iba a usarse para matarla, se hizo añicos espontáneamente. Finalmente, el emperador ordenó que la decapitaran, lo que terminó con éxito su vida.
4.- San Vicente Ferrer: “Poder de la resucitación”
San Vicente Ferrer es famoso por su trabajo misionero, predicación y teología. Pero también tenía una habilidad sobrenatural bastante sorprendente: podía resucitar a la gente de entre los muertos.
En una historia particularmente impresionante, Vincent se topó con una procesión para ejecutar a cierto hombre ahorcado por cometer un delito grave. De alguna manera, Vincent sabía que la persona era inocente, y suplicó a los funcionarios del gobierno, pero fue inútil.
Casualmente, se transportaba el cadáver de uno de sus presuntas víctimas en una camilla. Vincent le preguntó al cadáver: “¿Es este hombre culpable? ¡Contéstame!”. El hombre muerto inmediatamente volvió a la vida, se sentó y dijo: “¡Es inocente!”.
5.- San Padre Pío: “Superman”
Un santo famoso que vivió en el siglo XX, San Padre Pío tenía casi todos los superpoderes que se te ocurran, y es que hay afirmaciones de que él podía ubicarse en dos lugares al mismo tiempo, leer las mentes de las personas, levitar, y sanar personas enfermas.
En una historia, un matemático profesional confesó sus pecados a Pío en el confesionario, aunque no le dijo a Pío que era matemático. Cuando fue un poco vago sobre cuántas veces había cometido un pecado en particular, Pío respondió con firmeza: “Eres un matemático, deja el confesionario y regresa cuando sabes cuántas veces lo hiciste”.