La semana pasada se cumplió “un paro de 24 horas”, y para el jueves 24 será de “48 horas”, como etapas previas a la paralización general. “Más del 95% de los educadores venezolanos viven en extrema pobreza”, de acuerdo con los parámetros de la OIT y el Banco Mundial
El jueves 10 de octubre se cumplió un primer paro de 24 horas, de acuerdo con la hoja de ruta planteada por las ocho federaciones sindicales que agrupan a los educadores en Venezuela. El llamado se cumplió en más del 71 por ciento de las escuelas públicas, acción que estuvo precedida por movilizaciones de calle y la consignación de un pliego conflictivo y conciliatorio ante el ministerio de trabajo, el miércoles 9, “para cumplir con las formas legales contempladas en las contracciones colectivas”, dijeron los líderes gremiales.
Pero los maestros venezolanos están dispuestos a más, porque el salario que reciben está pulverizado ante la devaluación que se vive en Venezuela. Cada vez se escuchan dolorosos testimonios “del sueldo que no alcanza para comer”; que “la pobreza y la miseria acosan al docente”; y que “con hambre ni se enseña ni se aprende”.
Visto así, la razón básica de los reclamos es el ingreso salarial que ha dejado a los educadores, como al resto de los venezolanos, sumidos en una pobreza extrema. Además, existen otras razones de peso.
Quieren salvar la educación, pero…
Diversos gremios del magisterio, representantes de partidos políticos, organizaciones no gubernamentales en defensa de los derechos humanos, el sector universitario y estudiantes analizaron la situación en el foro: “Salvemos la Educación”, al cumplirse un año de la declaratoria de emergencia humanitaria compleja en la educación por parte de la Asamblea Nacional. La complejidad del sector se caracteriza por la exclusión, repitencia, violencia, crisis de valores, títulos vacíos, problemas de infraestructura, salarios miserables, déficit de docentes y las dificultades para continuar con éxito la prosecución de los estudios.
Aunque son diversos los problemas, el tema de la carencia de un salario digno para los docentes venezolanos fue el punto común, de acuerdo a lo que Aleteia conversó con varios especialistas. Para la profesora y diputada Bolivia Suárez, “la educación venezolana se encuentra en terapia intensiva, a punto de morir, mientras el régimen indiferente ante esta grave situación, lo que hace es burlarse del sector y aúpa su muerte”.
Más del 95% de los educadores en pobreza extrema
María Cerezo, de la Federación Venezolana de Maestros (FVM), presentó un documento dando fe de la crisis que existe en el sector de la enseñanza. “La situación de los educadores venezolanos, en todos sus niveles, cada día se convierte en un verdadero calvario para su subsistencia humana, llegando a vivir en condiciones de pobreza extrema. Es realmente imposible que nuestro sistema educativo funcione si el gobierno no resuelve el problema”.
Con un ejemplo que deja en evidencia la situación, Orlando Alzuru, presidente de la FVM, indicó que un educador con Clasificación I, en este momento tiene un promedio salarial que oscila entre 66.590,52 y 88.781,81 bolívares mensuales. Explicó que de acuerdo al estudio presentado, se toma en cuenta el costo de la canasta básica familiar del mes de junio de este año que se ubicó en Bs. 4.833.331,09.
“Un educador necesitaría 118,6 salarios mínimos para poder tener acceso a los alimentos y demás productos básicos, lo que le permitiría vivir dignamente con sus familiares”, aseguró el profesor Alzuru.
Para la FVM, si se lleva este salario a moneda extranjera, esto significa que un educador estaría devengando un salario equivalente entre $5,5 y $7,2 mensuales que significan 0.18 y 0,24 dólares diarios. “Esto coloca a quienes tienen en sus manos la formación de nuestros hijos y el futuro de un país, en una situación de pobreza extrema de acuerdo a los parámetros utilizados por el Banco Mundial y la Organización Internacional del Trabajo”.
Comentó que estos organismos multilaterales “al medir y determinar la pobreza de un país, establecen que todo aquel trabajador que gane menos de 1,5 dólares diarios, tiene la calificación de pobreza extrema”. “Por ello venimos planteando que los educadores deben tener un salario equivalente en bolívares a 600 dólares mensuales para equipararnos con el resto de los países latinoamericanos”.
Señaló que el salario no es el único problema de los educadores, “la seguridad social brilla por su ausencia en los actuales momentos a pesar de que en nuestra Convención Colectiva vigente tenemos el derecho a tener un seguro de Hospitalización Cirugía y Maternidad, así como también un seguro funerario entre 150.000,00 y 250.000,00 bolívares, para la protección nuestra y de los familiares”. Pero estos montos son insuficientes.
Ausentismo escolar en 87 por ciento
Luz Betina Fuenmayor, directora del Centro de Formación e Investigación Padre Joaquín de Fe y Alegría, mostró su preocupación por el incremento del ausentismo tanto profesoral como de alumnado en el inicio de clases para el período escolar 2018-2019. Las razones las fundamentó en “la grave crisis socioeconómica que golpea actualmente a los venezolanos, y que obliga tanto al personal docente como a los estudiantes a abandonar sus empleos y estudios para buscar mejores condiciones de vida en otras latitudes”.
Criticó las cifras anunciadas por el ministro de educación, Aristóbulo Istúriz y el presidente Nicolás Maduro al afirmar que en 2019 en el nuevo año escolar se incorporaron 8 millones de estudiantes, cuando en realidad se inscribieron apenas 3.5 millones, de los cuales más del 80 por ciento no han asistido a clases porque no hay condiciones.
Precisó que más del 89 por ciento de las infraestructuras de las unidades educativas del país están destruidas: “baños colapsados, no hay agua, electricidad, bebederos, ni material administrativo, ni de limpieza, es decir no hay condiciones para que los profesores y maestros impartan clases y los niños, niñas adolescentes y universitarios las reciban”.
Ante esto, la diputada Bolivia Suárez expresó que “los profesores y docentes han abandonado los salones de clases, no porque no tengan vocación, sino porque no cuentan con sueldos para mantenerse ellos y sus familias, por lo que se ven obligados a irse del país o dedicarse a otros oficios que les permita una mejor calidad de vida”.
“El salario que gana un docente no le alcanza ni para comprar un litro de aceite que esta por el orden de los 48 mil bolívares. El régimen se burla de los educadores cuando les dan un bono de 2 mil bolívares, por el inicio de clases. Esto es un engaño, una estafa lo que se comete con la educación”, comentó a los medios de comunicación.
Informó que más de 300 mil docentes durante el año escolar 2018-2019 abandonaron las aulas de clases, lo cual representa más del 50 por ciento.
“Actualmente se desconoce cuál es el ausentismo de los educadores a las aulas de clases, porque no se ha iniciado formalmente el año escolar”, sin embargo, reafirmó la necesidad de llamar a paro nacional, “porque ya hay un paro técnico en el sector educativo”. “De acuerdo a las encuestas que manejamos de 7 a 10 maestros han manifestado que no se van a incorporar a las aulas de clases, una situación verdaderamente dramática, estamos en paro sin haberlo convocado”.
La agenda de la lucha educativa. Aunque el tema de la agenda de lucha ha sido manejado con discreción por las ocho federaciones signatarias del contrato colectivo de los educadores, adelantaron que este domingo 13 de octubre, asistirían a las misas dominicales en las iglesias para dar a conocer los motivos de su lucha. El lunes 14 estarán evaluando lo acontecido la semana previa, y el miércoles 23 de octubre saldrán nuevamente a las calles.
“De no obtener respuestas adecuadas por parte del ministerio de educación, el jueves 24 de octubre la paralización de actividades será de 48 horas”, reveló una fuente del Magisterio.
“Así se van allanando las formalidades hacia un paro nacional indefinido. Prácticamente es un hecho, pero queremos agotar el camino legal, porque nosotros somos responsables, y además queremos sumar a otros empleados públicos: los petroleros, la salud y el transporte, igual que a las empresas privadas. Porque esto es un problema de todos”
Ramón Antonio Pérez/Aleteia Venezuela