En los tiempos que corren, con el dominio comunicacional de las redes sociales abunda todo tipo de reflexiones que invitan a la vida espiritual, a la santidad, a permitir, desear y querer la vida de Dios en nuestras vidas; algunas breves y otras insoportablemente largas, pero todas bien intencionadas, aunque muchas mal estructuradas y pésimamente informadas.
Sobre todo en los grupos de chat parroquiales abundan las citaciones de reflexiones como el cafecito espiritual, el minuto de Dios, los 5 minutos del Espíritu Santo, la empanada de la fe y pare usted de contar, que si bien no hacen daño, son poco menos que una práctica devocional por el deber que siente el usuario de reenviar el mensaje recibido.
Sin embargo, poco se observa la difusión de contenidos bíblicos, textos de la Sagrada Escritura, que es fuente de la revelación.
Este año hemos sido convocados a celebrar el DOMINGO DE LA PALABRA DE DIOS, que se corresponde con el tercer Domingo del Tiempo Ordinario, el 26 de Enero.
Esta invitación de la Iglesia es una oportunidad que debemos aprovechar para asumir un mayor compromiso en la difusión de la Palabra y en la evangelización por la Sagrada Escritura y, en vez de citar a tantos autores de la cultura de la autoayuda recurrir con más frecuencia a la Palabra de Vida.
Padre Alberto Gutiérrez
