Un mensaje contundente dio el Administrador Apostólico de Barquisimeto, Monseñor Víctor Hugo Basabe, durante la homilía en la celebración eucarística de este 14 de enero en el pueblo de Santa Rosa.
La autoridad eclesial usó la primera lectura como un ejemplo de lo que se vive en Venezuela, pues mostraba cómo el pueblo de Betulia, una porción de Israel, era perseguido por Holofernes, un general asirio a las órdenes de Nabucodonosor.
“Para todo Israel este era un momento de postración nacional, de angustia suprema, ante la posibilidad de morir sitiados ante las tropas invasoras de Holofernes, de ser reducidos de nuevo a la esclavitud. El pueblo siente que perece. Los habitantes de Betulia entienden que es un momento para dirigir la mirada a Dios, que en el pasado los libró de otros enemigos y que seguramente, ahora, vendrá también en su auxilio”.
Israel sabe que su destino no está en manos de Holofernes, sino en las manos de Dios, pero, este general asirio no tiene puesta su mirada en Dios sino en el poder y las fuerzas de las armas. “La antigua Betulia de la primera lectura es toda Venezuela, el antigua pueblo del que se nos habla es el pueblo venezolano entero, un pueblo sitiado al que se le quiere someter a la postración, negándole lo más básico para su vida. Un pueblo al que se quiere controlar socialmente obligándolo a vivir en la oscuridad con los persistentes golpes del servicio eléctrico a los que se les somete”, expresó Monseñor, en medio de aplausos de la feligresía.
Además, agregó que el pueblo de Venezuela vive en la sequedad cada vez más pronunciada del gua potable. “Un pueblo al que se le pretende resignar a vivir en medio de la escasez, también de la carestía y el abuso de quienes ven la posibilidad de enriquecerse a través dela usura y la especulación”
Un pueblo, agregó, que ve morir a sus niños y ancianos de hambre y enfermedades que se creían ya superadas y de nuevas enfermedades producto de tanta angustia y desesperación. “Una violencia institucional que persigue, encarcela, que destierra a quienes disientan del status quo y promueven cambios en la dirección del país. Que obliga a que muchos de nuestros seres queridos tengan que buscar nuevos horizontes fuera del país”.
El presbítero también denunció la desatención a las comunidades y barriadas. “Ciudades destruidas por la desidia de sus gobernantes que solo ponen en sus primeras opciones sus ansias de poder y de dominio, de enriquecimiento. Se olvidan de trabajar por el bien común… Un pueblo en el que sus mejores hombres y mujeres son considerados una amenaza. Un pueblo que ve a sus maestros maltratados y humillados con sueldos de hambre y recintos escolares destruidos”.
“Un pueblo que sufre las consecuencias de una geopolítica internacional que no le importa que millones de venezolanos sigan viviendo en la más aberrante pobreza, como vivimos la mayor parte de los venezolanos”
Los Judas de nuestros tiempos
En su reflexión, monseñor Basabe también dirigió sus palabras a quienes han traicionado la confianza de los venezolanos en la Asamblea Nacional. “Tenemos un pueblo carente de una autentica dirigencia con suficientes principios éticos, autentico amor por el país, que últimamente, además, se ve traicionado por mercaderes de la política… que hoy vendidos por 4 monedas ha decidido, servilmente, ponerse a disposición de quienes son los principales causantes de toda esta tragedia que viven los venezolanos“.
Este pueblo , agregó, es víctima de nuevos Holofernes que han tomado control del poder político y en el que solo se mantienen por el apoyo y la fuerza de unas armas, que a pesar que un día bajo juramento se empuñaron con la promesa de defender al país entero y a sus ciudadanos, hoy políticamente parcializadas, son cobardemente volcadas contra el mismo pueblo que clama por sus derechos y por justicia.
“Queridos hermanos, así como en el pasado, también en el hoy de nuestras vidas estamos llamados a responder con las armas de la fidelidad a Dios en cuyas manos está nuestra vida y nuestro destino como Nación. Es el momento de constituirnos como muralla pacífica de resistencia pacífica delante de quienes quieren sitiarnos con el uso del poder y de la fuerza”.
Finalmente, monseñor hizo un llamado a toda la feligresía a actuar con bondad para derrotar al mal. En este sentido, pidió a la Divina Pastora su intercesión para que cese pronto la oscuridad que vivimos y se produzca el cambio que tanto anhelan los venezolanos.
Fotos: Pbro. Jesús Colina / El Impulso