Los colegios privados de Puerto Ordaz además de hacer frente al éxodo docente y a las distorsiones económicas, maniobran para evitar sanciones de la Sundee.
Los colegios privados de Puerto Ordaz realizan maniobras financieras para ajustar la matrícula con cautela y evitar las sanciones que impone la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), cuyos funcionarios están al acecho de estas instituciones.
Según el Banco Central de Venezuela, la inflación acumulada de 2019 fue de 9.585%, números que evidencian el deterioro económico de un país que atraviesa una emergencia humanitaria compleja
La Sundde advirtió a finales de 2019 que podría sancionar a 1.602 colegios privados por los elevados costos de matrícula, lo que significa para algunos centros educativos estar contra la espada y la pared.
En el estado Bolívar, el presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep), Alejandro Gamboa, confirmó que cuatro colegios han recibido órdenes de la Sundde de revertir los aumentos de matrícula. Entre ellos, figura el Colegio Los Próceres, donde los padres y representantes tuvieron que aprobar y reafirmar el aumento de la mensualidad para contrarrestar las presiones gubernamentales
El Colegio Loyola Gumilla, que en algún momento fue subvencionado tanto por la Corporación Venezolana de Guayana como por la Asociación Venezolana de Educación Católica, ha tenido que aplicar algunas medidas para fortalecer e independizarse de forma educativa y económica.
Luis Ovando, rector de la institución, enfatizó que: “nosotros queremos ofrecer procesos de libertad y la libertad pasa por la educación”.
Para Ovando, las políticas de Estado están direccionadas a acabar con la educación, por lo que entre sus retos está mantener el centro educativo a pesar de la crisis que vive el país, y formar profesores que puedan desarrollar capacidades a nivel intelectual.
El rector recalca que el colegio trabaja en busca de motivar al estudiante, a creer en la educación en un país donde la minería parece ser la única salida, en unir a la familia al acompañamiento formativo del representado y en hacer revisión constante de la institución para ofrecer un proyecto viable en el que se pueda creer más en el país.
Retener a los maestros: un dolor de cabeza
La directora del Colegio Nazaret, Rosa Fajardo, afirma que las severas distorsiones de la economía hacen que cualquier pago sea insuficiente y, por consiguiente, cada vez es más difícil conseguir y retener a los profesores especialistas en materias como física, biología e inglés.
La prohibición de establecer costos mensuales que puedan garantizar mejoras educativas complejiza la conformación de un cuerpo docente que apunte a la excelencia.
A pesar de ello, añade la directora del Nazaret, la institución ha tenido que realizar pagos de bonos para amortiguar el éxodo de profesores, sin embargo, la morosidad que roza el 25% en esta institución representa otro obstáculo para lograr el equilibrio presupuestario.
“Todo lo conseguimos en dólares y nosotros cobramos en bolívares, entonces vas a comprar un repuesto para un aire y es en dólares”, expresa Fajardo ilustrando la serie de complicaciones para mantener abierto el colegio con estándares de calidad.
Sin embargo, el Colegio Nazaret para lograr mantener calidad educativa a pesar de las realidades económicas de la educación, realiza talleres de formación y relación humana para los profesores y han podido dar becas completas y parciales a algunos estudiantes que la necesiten. “Nuestra misión es sacar estudiantes que sepan enfrentar el mundo con calidad humana, responsables y críticos”, concluyó.
Endeudamiento alto
A pesar que en el Colegio Metropolitano ha logrado mantener en un 70% su plantilla de docentes, su director, Luis Sifontes, reconoce la dificultad para ofrecer salarios atractivos para los nuevos educadores.
Tanto los colegios como los representantes se ven maniatados ante una situación económica que no permite el óptimo desarrollo educativo con estándares de calidad y que limita a los padres al momento de realizar la cancelación de cada mensualidad.
“Todo lleva a que se tenga que aumentar en un porcentaje bastante alto que muchas veces el representante no tiene capacidad de cubrir y viene el endeudamiento en el cual van ahogando al colegio”, insistió.
Mientras la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional para agosto de 2019 calculaba que 271.756 docentes migraron del sistema educativo, las políticas de Nicolás Maduro llevaron a que el sector educación haya participado en 925 protestas, según el Observatorio de Venezolano de Conflictividad Social, tan solo el año pasado.
Correo del Caroní/Ciudad Guayana