David Reamsnyder es el párroco de Saint Anthony, en Hillsdale (Michigan, EEUU), una parroquia muy activa, que cuenta con coro de adultos, coro de niños, grupos pequeños de discipulado, equipo de oración de intercesión, Caballeros de Colón, Seminarios de Vida en el Espíritu, Noches para Hombres (adoración, confesión, amistad y comida), Noches de Recogimiento para Mujeres, formación en Planificación Natural, grupo de Rosario para Madres…
Además, cada año tiene unos 20 conversos adultos, la mitad de ellos estudiantes universitarios del cercano Hillsdale College.
Parroquia de Saint Anthony en Hillsdale, dedicada a San Antonio de Padua
Al padre Reamsnyder le ayudan dos diáconos y bastantes laicos, por supuesto. También le ayuda su esposa, Beth, la señora Reamsnyder. Su caso es especial: el padre David fue ordenado sacerdote católico en 2012, acogiéndose a la oferta de Benedicto XVI recogida en el documento Anglicanorum Coetibus, para recibir en el catolicismo a pastores anglicanos, incluso a los ya casados. Y antes que anglicano; David fue evangélico y militar.
Pedía a Dios que lo guiase
“Para mí, el viaje empezó cuando estaba en el ejército”, recuerda el padre David en una entrevista en Faith Magazine, la revista de la diócesis de Lansing. Se sentía solo, el ejército no acababa de gustarle, y no sabía que hacer. Él era protestante. Una noche rezó: “Dios, si estás ahí, dame una vida, y amigos, y dale la vuelta a mi vida”.
A la mañana siguiente, un compañero tocó a su puerta y le invitó a su grupo de estudio bíblico. No era lo que más le apetecía hacer, “pero sentí que Dios estaba haciendo algo por mí, y no iba a rechazarlo“.
En el grupo bíblico encontró amistades y aprendió que un cristiano no debe contentarse con “portarse bien”, sino que debe aspirar a “una transformación interna”. También reflexionó sobre algunas doctrinas calvinistas, como la predestinación, que no le convencían.
Dejó el ejército y se fue a estudiar a una universidad teológica protestante con la idea de llegar a ser pastor o ministro protestante. Allí aprendió mucha Biblia, historia de la teología y buenas bases de filosofía.
Con el ejército en Irak… misa con los católicos caldeos
Después, aunque estaba ya casado con Beth y tenían un bebé recién nacido, fue mobilizado para ir con el ejército a Irak durante 14 meses. Lejos de su familia, en Oriente Medio, acudía al culto con frecuencia a una parroquia católica caldea.
“Aunque todo lo decían en árabe, podía entender lo que estaba pasando. Aprecié ese estilo de culto muy reverente, y también, más importante, empecé a ver la universalidad de la Iglesia”, explica.
El catolicismo le atraía, pero no se animaba a explorar esa vía. De vuelta a EEUU, los Reamsnyder empezaron a ir a una parroquia episcopaliana (anglicanos de EEUU). “Allí había eucaristía cada domingo, la liturgia con lecturas, el Gloria… tenía todos los elementos del culto católico pero sin la jerarquía católica. Era un trampolín perfecto, un puente entre ser protestante y católico”, considera hoy.
Un seminario episcopaliano, muy anglo-católico
La parroquia episcopaliana lo envió a estudiar a un seminario anglicano de tradición muy católica. Los estudios y la liturgia de ese seminario le acercaron más al catolicismo. De hecho, al terminar sus estudios “sentí que realmente quería estar en la Iglesia Católica, pero no había una puerta abierta para eso”. Por un lado, tenía a su mujer y su hijo, y aunque existía desde hacía 20 años para casos parecidos una normativa aprobada por Juan Pablo II (la llamada “provisión pastoral”) se reservaba para pastores que llevaban muchos años, y él era un pastor novato.
Se ordenó en la Iglesia Episcopaliana y empezó su trabajo pastoral en Baltimore. Pero también rezaba y pedía a Dios una forma de llegar al catolicismo. Y después de seis meses de rezar, Benedicto XVI lanzó “Anglicanorum Coetibus”, dirigida a grupos de anglicanos, un forma de entrar en el catolicismo manteniendo aspectos de la liturgia y tradición anglicana. Su pequeña comunidad episcopaliana de Baltimore, y él mismo, votaron por hacerse católicos. La Iglesia los admitió el 22 de enero de 2012. David fue ordenado sacerdote católico nueve meses después, en septiembre de 2012.
La ordenación de David Reamsnyder y otros sacerdotes en 2012
La diócesis de Baltimore no encontraba lugar para él, y se mudó a Hudson, su pueblo natal, donde estaba la familia también de su mujer. Durante dos semanas trabajó en una fábrica de componentes de coche, pero después la diócesis de Lansing le contactó: había trabajo pastoral adecuado para él.
Ser párroco y padre de familia: hay tensión
Hoy es el párroco de Saint Anthony. Ser sacerdote y a la vez padre de familia, admite, requiere una exigencia especial. La tensión entre familia y vida parroquial es grande, admite. Ha sido así durante años. “Tener familia me fuerza a encontrar formas de crecer en santidad, así que miro a San José para ello”, dice el padre David.
El padre Reamsnyder en la habitual procesión de Corpus por las calles de Hillsdale
Entrevistado en diciembre de 2013, se sentía a gusto pero recordaba que el llamado de “Anglicanorum Coetibus” incluía crear comunidades de ex-anglicanos con sus propias tradiciones y herencia litúrgica. No es eso lo que él hace hoy, pero con una veintena de conversos adultos cada año, no le faltan ocasiones de acoger personas llegadas de otras tradiciones cristianas.
Religión en Libertad