María del Silencio ya tiene santuario propio, el Papa lo impulsa esta mueva devoción

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La Virgen del Silencio es un antídoto contra la “dictadura” del ruido y la “charla” de palabras inútiles y maliciosas”. Nada mejor contra el chismorreo, la murmuración y la difamación

El convento de los capuchinos de Avezzano, en Italia, que llevaba 10 años cerrado, se convertirá en un santuario dedicado a una nueva advocación, la Virgen del Silencio, que se expresa a través de un icono “escrito” (así se dice de los iconos sagrados) en 2010, precisamente cuando se cerraba el convento.

Así lo anunció el 27 de febrero el obispo de Avezzano, después de haberlo hablado con el Papa Francisco, que es un gran impulsor de esta nueva advocación. El santuario abrirá, con el icono, en mayo, mes que la Iglesia dedica a María.

Nuevo icono de la Virgen del Silencio

Desde el inicio de su pontificado el Papa Francisco ha predicado insistentemente contra el chismorreo, la murmuración y la difamación. En mil homilías y catequesis ha insistido en que hay murmuraciones que “matan” y que hay personas que “asesinan” a su prójimo al chismorrear y difamar. Y más aún en nuestra época de comentarios infinitos, groseros e irreflexivos amparados por el anonimato en Twitter y las redes sociales. Por eso, el potente símbolo de este icono, en que la Virgen hace gesto de silencio con un dedo ante los labios, resulta especialmente adecuado y sanador para nuestros días.

El 24 de marzo de 2019 el Papa escribió a mano al provincial de los capuchinos de los Abruzos, el padre Nicola Galasso: «Sería bueno encontrar un lugar, una iglesia, donde se pueda dar culto público a la Virgen del Silencio. Piense en ello, por favor, y hágame una propuesta”. Fray Emiliano Antenucci, gran impulsor de esta difusión, y su superior, el padre Galasso, buscaron durante meses y al final se decidieron por el convento capuchino abandonado de Avezzano, y el Papa telefoneó al obispo local para confirmar la decisión.

Así nace un nuevo santuario mariano dedicado a una nueva advocación, la Virgen María del Silencio. Este santuario será un lugar de formación y crecimiento espiritual, guiado por fray Emiliano Antenucci.

El capuchino Emiliano Antenucci, difusor de esta devoción, con el Papa, que tiene una copia del icono original en el camino a su estudio personal, donde recibe visitas

La Virgen, modelo de silencio orante y poderoso

Este capuchino escribe así acerca de esta dimensión de la Madre de Dios:

“El destino de la Virgen es estar en silencio. Es su condición, su camino, su vida. La suya es una vida de silencio que adora la Palabra eterna. Al ver ante sus ojos, en su pecho, en sus brazos, esta misma Palabra, la Palabra sustancial del Padre, cambiada y silenciada por la condición particular de su infancia, la Virgen se cierra en un nuevo silencio, donde se transforma siguiendo el ejemplo del Verbo encarnado que es su Hijo, su único amor. Y así su vida pasa de un silencio a otro, de un silencio de adoración a un silencio de transformación“.

“María está en silencio, envuelta en el silencio de su Hijo, Jesús. Uno de los efectos sagrados y divinos del silencio de Jesús es el de poner a su Santísima Madre en una vida de silencio: humilde, profundo silencio, que sabe adorar la sabiduría encarnada de una manera más santa y elocuente que las palabras de los hombres y las de los ángeles”.

“El silencio de la Virgen no es el efecto de la tartamudez y la impotencia; es un silencio de luz y éxtasis, un silencio más elocuente, en alabanza a Jesús, de la elocuencia misma … (Pierre de Bérulle, Opuscules de pieté, 39). María, “guardó todas estas cosas, meditando en ellas en su corazón” (Lc 2:19). El silencio es una de las características fundamentales de la Madre de Dios, la primera discípula de Jesús, que guarda todos los misterios del Hijo de Dios en el cofre del corazón de su madre”.

“La Virgen del Silencio nos habla con una mano para detenernos del torbellino de palabras y activismo y con la otra nos ofrece un silencio de adoración y asombro. María es la catedral del silencio en la que resuena la Palabra eterna. La Virgen del Silencio es un antídoto contra la “dictadura” del ruido y la “charla” de palabras inútiles y maliciosas”.

¿Primera Virgen del Silencio?

Aunque el icono nace en 2010 y fray Emiliano Antenucci fomenta grupos de oración y silencio desde 2008 presentando el ejemplo de la Virgen, la noción de María como mujer de silencio es común en la tradición católica, enraizada en Lucas 2,19 (“María guardaba todas estas cosas en su corazón y meditaba acerca de ellas”) y en Lucas 2,51 (“Jesús volvió a Nazaret, y estaba sujeto a sus padres y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón”).

Por ejemplo, en Madrid, en 1973, el cardenal Tarancón erigió la parroquia de Santa María del Silencio, desde su origen pensada para atender a las personas sordas y sordo-mudas. Allí se venera una imagen en madera de pino con el mismo nombre. Una réplica de esta imagen fue entregada al Papa San Pablo VI por un grupo de peregrinos sordos madrileños en una audiencia que les concedió el 14 de agosto de 1974 en Castelgandolfo.

Dos vídeos de 2017 explican cómo funciona la parroquia de Santa María del Silencio de Madrid, para personas sordas

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