Venezuela y la odisea de las madres para poder parir con dignidad

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“Las condiciones de vida de los venezolanos hace cuesta arriba la decisión de Maduro de obligar a las mujeres a parir como conejos”

Algunas venezolanas que acuden a la Maternidad Concepción Palacios de Caracas cuestionan y echan por tierra el ímpetu de Nicolás Maduro, quien las mandó “a parir” para que “crezca la patria”

o había llegado el Día Internacional de las Mujeres, y las venezolanas ya habían recibido, en vez de un regalo o solución a los graves problemas derivados de la crisis humanitaria compleja que las agobia, una sarcástica petición de Nicolás Maduro: “¡A parir, pues, a parir! Todas las mujeres a tener seis hijos, todas. Que crezca la patria”.

Así lo expresó el martes 3 de marzo, durante la revisión del llamado “Plan Nacional de Parto Humanizado” en un hospital de Venezuela. Pero la inesperada solicitud presidencial, a pesar de los aplausos y risas de sus allegados, fue considerada inapropiada y generó mucha polémica debido a la cercanía del Día Internacional de la Mujer; y por pronunciarlo en tono burlesco en medio de la tragedia humanitaria que se vive en el país suramericano.

Para nadie es un secreto que la devaluación de la moneda nacional no permite comprar medicamentos, leche, pañales, ropitas y biberones; que millones de venezolanos han emigrado hacia otros países buscando mejores formas de vida, en muchos casos, dejando a los niños al cuidado de adultos mayores. Una tragedia sin igual en su historia republicana.

Además, las deprimentes condiciones en los centros médicos, como es el caso de la Maternidad Concepción Palacios, el hospital más emblemático destinado a las parturientas de Caracas, para traer el relevo generacional del país, sencillamente se convierte en “una verdadera paridera”. Muy sencillo, el mandatario evadió lo obvio.

Decisión de Dios, de mi pareja y mi persona

Yury Bastidas de 34 años, estaba este 6 de marzo frente a la Concepción Palacios, ocasión en la que fue abordada por Aleteia en la búsqueda de pareceres sobre los deseos de Maduro. Con siete meses de gestación no se ahorró palabras para criticarlo. “El presidente de la República no tiene la facultad de ordenar cuántos  hijos debo tener, pues esa decisión la tiene  Dios, mi pareja y yo misma”, expresó. “¡Maduro tiene que respetar a las mujeres!”.

Con marcado agotamiento por el embarazo, y a la espera de parir su tercer hijo, calificó como una irresponsabilidad hacer crecer a Venezuela trayendo al mundo niños enfermos y desnutridos por el hambre. “Venezuela está sumida en una terrible crisis, en la que Maduro no mueven un dedo para solucionar lo que sufrimos los venezolanos”.

Bastidas contó que la Concepción Palacios no garantiza la vida de las parturientas y sus críos. “Aquí lo que reina es la ausencia del personal médico que se ha ido a otras naciones en búsqueda de nuevas condiciones de vida. Entre los servicio básicos falta el agua, tan necesaria para la esterilización de los instrumentos quirúrgicos y la limpieza de los baños, la salas de parto y habitaciones donde duermen los recién nacidos y sus madres”.

Los bonos no alcanzan ni para un pote de leche

En los alrededores del centro materno también se encontraba Celeste Martínez, una adolescente que está en la “dulce espera” de su primer bebé. “Es una locura”, fue lo primero que dijo acerca de los deseos del mandatario socialista.

“Él no se va a romper la barriga pariendo muchachos, como sí lo hacemos las venezolanas. Es triste escuchar a un presidente burlarse de las mujeres de esa manera. Parece que él no entiende que no se trata sólo de traer niños al mundo, sino criarlos, educarlos, preocuparse por su alimentación y su salud”.

La menor, estudiante de bachillerato, fue contundente: “¡Qué descaro! Nos están matando de hambre y pretenden que hagamos más hijos”. Aunque tiene su pareja, Celeste se negó a precisar si va a tener más hijos. “Eso solo lo sabe Dios”, dijo, mientras era acompañada por su señora madre, Yoselys Almado, de 40 años, quien también dialogó con Aleteia.

“Las condiciones de vida de los venezolanos hace cuesta arriba la decisión de Maduro de obligar a las mujeres a parir como conejos”, expresó. Luego hizo serias críticas a los bonos de la Lactancia Materna y el Parto Humanizado otorgados a través del Carnet de la Patria, el cual fue incrementado de 26 mil bolívares a 50 mil a partir de julio de este año.

“Ése pírrico aumento no alcanza ni para comprar un pote de leche, mucho menos para pañales y lo que requiere el recién nacido y su mamá”, dijo calificando como “una locura” la propuesta presidencial. “Mientras el país se cae a pedazos, él viene con esto”.

¿Las venezolanas se merecen esto?

María Cosme, de 18 años de edad, y quien dio a luz el 26 de febrero, igual que el resto de las mujeres objetó los deseos de Maduro. “Si a duras penas nos cuesta mucho alimentar una boca, mucho menos podremos criar seis hijos más”; indicó, lanzando una pregunta: “¿Es esto lo que nos merecemos las venezolanas en el Día Internacional de la Mujer?”.

Estas mujeres, vinculadas de alguna manera al hospital modelo en el área de maternidad en Venezuela, fueron categóricas al indicar que sus familiares deben llevar el desayuno, el almuerzo y la cena porque la cocina de la Concepción Palacios está cerrada desde hace muchos años. Deben llevar el agua porque este servicio brilla por su ausencia; y las camas de las parturientas están en situación de deterioro, igual que los sanitarios.

Michelle Bachelet, alta comisionada de las Naciones Unidas, en su informe presentado en julio de 2019, reveló datos contundentes que hablan de la realidad que afecta a las mujeres en Venezuela. Valgan dos ejemplos: “Fuentes locales reportaron algunos casos de mujeres que se vieron forzadas a intercambiar comida por sexo”; y “la ONG Caritas confirmó particularmente altos niveles de desnutrición entre niños, niñas y mujeres embarazadas”.