El Papa reza para que los pastores acompañen al pueblo de Dios ante crisis del coronavirus

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Papa Francisco rezó en la Misa de Casa Santa Marta de este 13 de marzo por los enfermos y las familias que sufren a causa de la pandemia del coronavirus

El Papa Francisco rezó en la Misa de Casa Santa Marta de este 13 de marzo por los enfermos y las familias que sufren a causa de la pandemia del coronavirus y por los pastores para que acompañen “al pueblo de Dios en esta crisis”.

En el día en que el Vaticano celebra el séptimo aniversario de la elección de Francisco a la cátedra de Pedro, el Santo Padre presidió la Eucaristía sin la asistencia de fieles, debido a las medidas adoptadas en todo Italia por la propagación del coronavirus COVID-19, y sin hacer ninguna referencia a este aniversario.

Al inicio de la Misa, transmitida en directa por el Vaticano y pocas horas después del anuncio del cierre de las iglesias en la diócesis de Roma , el Pontífice rezó por los pastores para que acompañen “al pueblo de Dios en esta crisis” y elijan con “discernimiento pastoral” los mejores “medios para ayudar”.

“En estos días nos unimos a los enfermos, a las familias que sufren esta pandemia. Quisiera rezar hoy por los pastores que deben acompañar al pueblo de Dios en esta crisis, que el Señor les de la fuerza y también la capacidad de elegir los mejores medios para ayudar. Las medidas drásticas no siempre son buenas, por esto rezamos para que el Espíritu Santo dé a los pastores la capacidad, el discernimiento pastoral, para que provean medidas que no dejen solo al santo pueblo fiel de Dios, que el pueblo de Dios se sienta acompañado por los pastores y por la consolación de la Palabra de Dios, por los sacramentos y por la oración”, indicó el Papa.

Durante su homilía, el Santo Padre reflexionó en las dos lecturas del día que “son una profecía de la pasión del Señor” al referirse a José que fue vendido como esclavo y entregado a los paganos y la parábola de Jesús que “claramente habla en símbolo, del asesinato del hijo”.

Al referirse a la parábola narrada por Jesús en el Evangelio de San Mateo (21:33-43, 45-46), en que se relata la historia de un hombre que poseía un terreno, plantó un viñedo, construyó una torre y después dio la tierra en alquiler a los campesinos el Papa recordó al pueblo de Dios elegido por el Señor.

“Este es el pueblo de Dios, el Señor eligió ese pueblo, hay una elección de esa gente, el pueblo de la elección. También hay una promesa: vayan hacia adelante, tú eres mi pueblo. La promesa hecha a Abraham. Y también hay una alianza con el pueblo en el Sinaí, el pueblo debe siempre custodiar en la memoria la elección del pueblo elegido, la promesa para mirar hacia adelante la esperanza y la alianza para vivir cada día la fidelidad”, afirmó.

Luego, el Pontífice prosiguió comentando la narración de la parábola y el mal trato que dieron los campesinos a los siervos que el patrón enviaba, para referirse “a los doctores de la ley, como los doctores de la ley han tratado a los profetas”.

Finalmente, Francisco se detuvo en el momento en que los campesinos asesinaron al hijo del patrón para quedarse con la herencia. Y señaló que se trata de “una historia de infidelidad, de infidelidad a la elección, de infidelidad a la promesa, de infidelidad a la alianza, que es un don, la elección, la promesa, la alianza, es un don de Dios, infidelidad al don de Dios, no entender que era un don, y tomarlo como propiedad”.

En esta línea, el Pontífice advirtió que “estas personas se han apropiado del don y han quitado este ser don para transformarlo en su propiedad, el don que es riqueza, apertura, bendición, ha estado cerrado, encarcelado en una doctrina de leyes, tantas, ha estado ideologizado, y así el don ha perdido su naturaleza de don”.

Este es el gran pecado, el pecado de olvidar que Dios se ha hecho don Él mismo por nosotros, que Dios nos ha dado esto como don, y olvidando esto, ser patrones, y la promesa ya no es promesa, la elección ya no es elección, la alianza es interpretada según mi opinión, ideologizada”, dijo el Papa.

En este sentido, el Santo Padre describió que en esa actitud se mostraba “el clericalismo, que es una perversión, que reniega siempre la elección gratuita de Dios, la alianza gratuita de Dios, la promesa gratuita de Dios, olvida la gratuidad de la revelación, olvida que Dios se ha manifestado como don, se ha hecho don por nosotros, y nosotros debemos darlo, hacerlo ver a los otros como don, no como posesión nuestra”.

“El clericalismo no es solo una cosa de estos días, la rigidez no es una cosa de estos días, ya en el tiempo de Jesús existía, y después, Jesús irá hacia adelante en la explicación de las parábolas, este es el capítulo 21, irá hacia adelante hasta llegar al capítulo 23 con la condena, en donde se ve la ira de Dios, contra quienes toman el don como propiedad y reducen su riqueza a los caprichos ideológicos de su mente”, explicó.

Por último, el Papa Francisco invitó a pedir al Señor “la gracia de recibir el don como don y transmitir el don como don no como propiedad, no de un modo sectario, de un modo rígido, de un modo clericalista”.

ACI Prensa