En la misa virtual a la Chinita el presidente de la CEV dijo: “No es momento de reclamos, luego nos ocupamos”. Exhortó a seguir las medidas de prevención.
Una Basílica sin fieles no impidió que miles de corazones se unieran para implorar a Dios y a María de Chiquinquirá salud para Venezuela y el mundo frente a la amenaza de la pandemia del coronavirus.
A las 4:30 pm de este miércoles 18 de marzo, día del homenaje mensual a la Patrona del Zulia, comenzó el live (en vivo) desde la cuenta Instagram del santuario mariano para que los devotos –en jornada inédita pero necesaria— oraran desde sus casas. A esa hora dos hijas de María, Arianna Castellano y Saraith Ferrer, iniciaron el rezo del santo Rosario.
A las cinco en punto dio inicio la misa. El monitor fue Irrasgui Padrón, presidente de la sociedad religiosa Servidores de María y bajo los acordes de la guitarra que tocaba el servidor de María, Richard Vásquez, llegaron al altar el rector de la Basílica, Nedward Andrade.
Las campanas volvieron arzobispo de Maracaibo, monseñor José Luis Azuaje, y el párroco a retumbar en el centro de Maracaibo
“No tenemos hoy fieles en esta casa, los fieles son todos ustedes que siguen esta transmisión desde sus hogares (…) Con mucha devoción y amor oremos a Jesús sanador y a María que cuida a los enfermos para que salgamos adelante con mucha ánimo, unidad y fortaleza” de esta emergencia sanitaria.
La lectura –a cargo del padre Andrade– fue del Evangelio de San Marcos, quien narró el encuentro de Jesús con un enfermo de lepra, a quien sanó.
Monseñor Azuaje manifestó: “Agradecemos a Dios su bondad por llegar a sus hogares en este día que homenajeamos a la Virgen de Chiquinquirá, a quien acudimos en momentos de grandes necesidades como esta pandemia que ya ante está presente en nuestra Venezuela. Para la mayoría es tiempo de incertidumbre, nerviosismo… intranquilidad.
Quizás no nos preparamos para su llegada, porque estamos necesitados de todo lo que se requiere para vivir dignamente y nos llegó este visitante (el coronavirus), pero el Señor alienta y nos dice: No tengan miedo.
Hoy más que nunca todos nos necesitamos, somos corresponsables en la prevención (…) Ningún sistema político ni ideológico, ningún credo, queda fuera del peligro de esta amenaza (…) Debemos ratificar que todo debe estar al servicio de la vida humana como don de Dios.
Es tiempo de estar en casa, de volver la mirada sin apuro a la pareja y a los hijos, de estar cerca de Dios para vencer la rutina de la TV o el cansancio de las redes sociales.
Nos habíamos desacostumbrados a estar en casa, en familia. Volver al hogar como el hijo pródigo es la actitud. Tenemos que preservar la salud, la vida, en especial la de la familia.
En este día en el que damos el homenaje mensual a la Chinita recordemos que la Virgen María fue a casa de su prima Isabel, quien estaba en cinta y estuvo varios meses en su casa… Ahora, María va a nuestros hogares, va a cuidar de nuestras familias, pero debemos invocarla con un Ave María, un santo Rosario y rezarlo en familia, o regalarle un canto mariano… Es tiempo de casa y oración”, reflexionó.
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