El arzobispo emérito de Caracas exige a las autoridades “velar por que no se presente una hambruna y posible revuelta social, con saqueos y gravísima violencia”. Por otra parte, llama a rezar el Padrenuestro convocado por el papa Francisco para el 25 de marzo
“Esta inevitable cuarentena de aislamiento social comunitario, nos obliga a estar atentos ante las posibles situaciones de grave peligro social para nuestra Venezuela”, alerta el cardenal Jorge Urosa Savino, en un mensaje que difundió este 23 de marzo, recordando que la pandemia del coronavirus ha sumido al mundo “en una verdadera tragedia”.
El arzobispo emérito de Caracas mostró preocupación ante “la escasez de dinero para quienes trabajan a destajo, que no cobran sueldo”; “la posible situación de desabastecimiento total de comida y medicinas, debido a la maltrecha situación del campo venezolano”; y “la escasez de gasolina, indispensable para el trasporte de alimentos del campo a las ciudades”.
“Todo ello configura una gravísima situación de peligro”, asegura.
Jorge Urosa Savino quien fue creado cardenal el 24 de marzo de 2006 por Benedicto XVI, considera que esta pandemia pudiera generar otros peligros y efectos colaterales en Venezuela. “Toca a las autoridades nacionales y locales resolver esos problemas y velar por que no se presente una hambruna y una posible revuelta social, con saqueos y gravísima violencia”. Por tanto, los llama a “evitar excesos o situaciones de violencia como algunos asesinatos ocurridos recientemente”.
Expresa que este coronavirus “es una verdadera calamidad y una peste peligrosa” a la que compara con la “Gripe española” del año 1918, y “las trágicas guerras de la humanidad través de la historia, especialmente de la segunda guerra mundial”.
Sin embargo, el Purpurado mantiene la esperanza de que, “como esas calamidades, esta también pasará”. “Con fortaleza y esperanza afrontemos ahora esta plaga que esperamos sea contenida y pase pronto! ¡Tengamos esperanza! ¡Dios nos ama y está con nosotros!”, indica Urosa.
“Aunque no podamos participar en la Misa como sería nuestro deseo, podemos hacerlo a través de las transmisiones que se están realizando diariamente tanto por televisión, como por las redes sociales”, como se ha realizado en los últimos días en Venezuela y el mundo.
Valoró la creatividad de la iglesia católica recordando a muchos sacerdotes que sacaron en procesión algunas imágenes e inclusive el Santísimo Sacramento para rezar contra esta peste. “Ha habido una gran creatividad pastoral y religiosa, que los fieles católicos han recibido con gozo. Además, debemos aprovechar el tiempo para leer la Palabra de Dios en familia, para meditar más largamente las verdades de nuestra fe”, acotó.
A continuación se anexa el mensaje del cardenal Urosa:
Unidos a Cristo en su pasión y resurrección
Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo Emérito de Caracas
Estamos ya en la segunda parte de la cuaresma, muy cerca de la Semana Santa, en la que conmemoraremos litúrgicamente la pasión, muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Para nosotros los cristianos y católicos estas semanas son muy importantes, pues tenemos la ocasión de acercarnos más a Jesús, quien es el camino, la verdad y la vida, la luz del mundo, y nos enseña el camino hacia la plena felicidad. Y este no es otro que el seguido por él, de su pasión, muerte y resurrección.
Unidos a cristo, tengamos esperanza
Esta cuaresma del año 2020 es única. El mundo entero se encuentra sumido en una verdadera tragedia por le pandemia del coronavirus. Y por lo tanto se nos hace más necesaria la unión con Jesús, que sufre y muere por la humanidad, para luego resucitar y darnos vida y vida abundante y eterna. San Pablo así nos lo enseña cuando en su carta a los Colosenses y en relación a la unión con Jesús nos dice: “Completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo” (Col 1,24).
Estas palabras de San Pablo nos hacen ver que el sufrimiento nos une, nos identifica con Cristo redentor, que se ofreció a la muerte, una muerte ignominiosa, por nuestra salvación. Y la Semana Santa, que festeja la resurrección de Cristo, nos enseña que la muerte, el dolor, el sufrimiento, unidos a Cristo, serán transformados en la gloria de la resurrección.
Ahora bien: Este coronavirus es una verdadera calamidad y una peste peligrosa, semejante a la “Gripe española” del año 1918, a las trágicas guerras de la humanidad través de la historia, especialmente de la segunda guerra mundial. Como esas calamidades, esta también pasará. Con fortaleza y esperanza afrontemos ahora esta plaga que esperamos sea contenida y pase pronto! ¡Tengamos esperanza! ¡Dios nos ama y está con nosotros!
La cuarentena: unirnos más a dios y ser solidarios
Y afrontamos esta pandemia acogiendo y cumpliendo las medidas de los expertos de la Organización Mundial de la Salud, y las indicaciones de las autoridades en Venezuela. Esperamos que el impacto entre nosotros no sea muy grave, y así lo pedimos a Dios. Nos recuperaremos, como después de las guerras, ha dicho el Papa Francisco!
Para quienes creemos en Dios, Padre misericordioso, esta situación y la necesaria cuarentena, debe llevarnos, -desde el punto de vista real, cristiano, religioso-, a intensificar nuestra fe y nuestro amor a Dios, a unirnos con el resto de la Iglesia en oración como nos pide el Papa Francisco, este próximo 25 de marzo, a mediodía, rezando todos el Padre nuestro. Podríamos incluso prolongarlo con el Santo Rosario. Además, debemos interiorizar nuestra identificación con Cristo Nazareno, doloroso, que ofreció sus tribulaciones, su pasión y muerte por nuestra salvación.
Aunque no podamos participar en la Misa como sería nuestro deseo, podemos hacerlo a través de las transmisiones que se están realizando diariamente tanto por televisión, como por las redes sociales. Así se hizo en Caracas ese domingo pasado, por feliz iniciativa del Cardenal Baltazar Porras, Administrador Apostólico de nuestra Arquidiócesis. Y muchos sacerdotes también sacaron en silenciosa y solitaria procesión algunas imágenes e, inclusive algunos, el Santísimo Sacramento, para la adoración personal de los feligreses de sus parroquias. Ha habido una gran creatividad pastoral y religiosa, que los fieles católicos han recibido con gozo. Además, debemos aprovechar el tiempo para leer la Palabra de Dios en familia, para meditar más largamente las verdades de nuestra fe.
Pero también, algo muy importante: debemos practicar la solidaridad con muchos hermanos nuestros menesterosos y necesitados: los indigentes, niños de la calle, personas que viven día a día en la economía informal, o vecinos menos favorecidos que nosotros. Ya lo están haciendo nuestras organizaciones católicas de caridad, y muchas parroquias que continúan con la olla solidaria. ¡Seamos nosotros generosos con los más pobres!
Peligros y efectos colaterales de la cuarentena
Por otra parte, esta inevitable cuarentena de aislamiento social comunitario, nos obliga a estar atentos ante las posibles situaciones de grave peligro social para nuestra Venezuela. Especialmente la escasez de dinero para quienes trabajan a destajo, que no cobran sueldo; la posible situación de desabastecimiento total de comida y medicinas, debido a la maltrecha situación del campo venezolano; el problema de la escasez de gasolina, indispensable para el trasporte de alimentos del campo a las ciudades, todo ello configura una gravísima situación de peligro.
Toca a las autoridades nacionales y locales resolver esos problemas y velar por que no se presente una hambruna y una posible revuelta social, con saqueos y gravísima violencia. Y deben evitar excesos o situaciones de violencia como algunos asesinatos ocurridos recientemente.
Por nuestra parte, en medio de esta cuarentena debemos estar atentos a defender nuestros derechos y los derechos de los demás.
¡INVOQUEMOS CONFIADAMENTE LA MISERICORDIA DE DIOS,
Y LA INTERCESIÓN AMOROSA DE NUESTRA PATRONA,
LA VIRGEN DE COROMOTO!