Hermanos, damos inicio hoy al Triduo Pascual, tres días donde meditaremos y acompañaremos a Nuestro Señor en su Pasión, Muerte y Resurrección.
Un jueves Santo donde el Amor, el servicio y la fe son envueltas por la gracia de Dios.
Con un gesto de servicio, Jesús lava los pies a sus discípulos, haciéndose último entre ellos, mostrando que vale mucho más el servicio al otro que cualquier otra cosa. Nos enseña que es importante ayudar al prójimo, acercarlo a Dios, mostrar solidaridad al más necesitado, haciéndose servidor y olvidando que estamos para ser servidos. En resumen, ver a Jesús en el más necesitado.
Este mismo amor con que el Señor se muestra en el gesto del lavatorio de los pies, lo pone en manifiesto al quererse quedar entre nosotros como “Un amor que se ha dado hasta la eternidad”. Lo hace a través de la Eucaristía. Ya no sólo es pan y vino, ahora es Cuerpo y Sangre, capaz de habitar en nuestro corazón, como alimento espiritual y corporal.
No encontró otra forma de hacer sino a través del mismo ser humano. Dios los ha elegido antes que nacieran, haciendo de ellos, “hombres que dan lo sagrado”. Instituye entonces, el sacerdocio y usa como medio a los que, con su sí, se han consagrado para dar testimonio del más puro Amor.
¿Estás dispuesto a vivir la Pascua junto a Jesús? Para conseguirlo, debemos poner en práctica el don del Amor, amando a todos sin excluir a nadie, siendo colaboradores en la extensión del Reino de Dios mediante el servicio a nuestro prójimo.
Alejandro Andrade
Presidente del Comitium de Maracaibo
Legión de María