La Novena inició el Viernes Santoy culmina el sábado de la primera semana de Pascua.
Recemos la Novena de la Misericordia e imploremos a través de ella la Misericordia de Dios y alabémosle por su infinito amor. Pidamos por nuestra Salud y el fin de la Pandemia.
Este primer jueves de Pascua pidamos por las almas que veneran y glorifican la misericordia de Dios de modo especial.
Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.
Jesús Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo, en medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a Ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente sino que tu Misericordia las envolverá en la hora de la muerte.
Padre Eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran a tu mayor atributo, es decir, tu Misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones desbordantes de gozo cantan a Ti, Oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales la misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía, Yo mismo las defenderé como mi Gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte. Amén.
Se reza un Padre Nuestro, Ave María y el Credo
Posteriormente se reza la Coronilla
Usando una cuenta del Rosario empezamos con:
.- Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
.- En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión… ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Al finalizar las cinco decena de la coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero. (tres Veces)
Jaculatoria: Oh Sangre y agua que brotaste del Sagrado Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en vos confío
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