El artista ha puesto en marcha el proyecto IDI, con el cual pretende ilustrar los documentos pontificios para acercarlos a la gente
“Hay un tema que a mí me inquieta un poco y es que la forma de transmitir el mensaje evangélico es, casi siempre, muy aburrida”, dice a Vida Nueva el ilustrador canario Tomás de Zárate. Tanto es así que, hace aproximadamente un año, se embarcó en el proyecto IDI –por Ilustrar los Documentos de la Iglesia–. Con él, pretende acercar los textos pontificios a un lenguaje más cercano, pues para él son, realmente, “grandes tesoros que mucha gente se está perdiendo”.
El proyecto comenzó con la ilustración de ‘Humanae Vitae’, de Pablo VI, y se quedó “con ganas de hacer más”. “Hay mucha gente que se asusta con las homilías”, dice. “Las encíclicas son textos larguísimos que muy poca gente se ha leído”, añade. Pero resulta que, al ilustrarlas, “la comprensión y su lectura se facilita muchísimo”.
“Gracias a ilustrarla me di cuenta de que realmente es un tesoro”, subraya Zárate. También ‘Christus vivit’, la carta apostólica de Francisco a los jóvenes, tiene para él un gran valor, pero también un gran problema: “tiene 300 puntos, es casi imposible leer y es una pena, porque hay cosas muy buenas”.
“Jesús mismo siempre hablaba con imágenes”
Después de haber leído ‘Deus caritas est’ y ‘Caritas in veritatem’, reconoce que las encíclicas de Benedicto XVI están muy bien escritas. Sin embargo, aunque las de Juan Pablo II “tocan temas muy interesantes, como el ecumenismo y la paz”, realmente son “complicadas de leer”. “Tal vez el mensaje se pierde un poco en la complicación de las palabras”, señala.
“¿Cómo es posible que estos documentos sean tan complicados cuando el evangelio es pura alegría?”, se pregunta el ilustrador. Más aun, cuando la historia de la Iglesia, entremezclada con la del arte, presenta elementos como el vía crucis, que “es básicamente un cómic”: una forma de presentar el evangelio a través de imágenes.
A Zárate, por ejemplo, se le ocurrió darle un nombre similar a un superpoder a cada una de las encíclicas que va leyendo e ilustrando, basándose en su punto fuerte. “Tienen cosas muy buenas que, desgraciadamente, muchas personas se pierden”, dice. Así, esperando que el proyecto IDI continúe adelante, en agosto presentará ‘Deus caritas est’ y, próximamente y, más adelante, ‘Laudato si’.
“Lo que quiero es evangelizar, poner en valor los documentos de la Iglesia. Jesús mismo, cuando cuenta algo, nunca lo cuenta sin parábolas, nunca lo cuenta sin imágenes, porque sabe cuál es el valor de las historias para el hombre”, explica. Incluso lava los pies a los discípulos porque necesitamos imágenes. Los lenguajes elevados es imposible de mantener la atención más de cinco minutos. A todos nos gusta leer algo con un relato.
Vida Nueva