¿Cómo ha afectado al comportamiento individual la aparición del Coronavirus en la cotidianeidad del venezolano?
Gilberto Aldana, sicólogo del hospital Vargas y presidente de la Fundación Venezolana Sicología para la Salud, intenta responder esa pregunta inicial en el diálogo que sostiene con Radio Fe y Alegría Noticias.
Desde el primer momento de la aparición de la enfermedad el ciudadano ha sufrido una especie de montaña rusa por la alta cantidad de emociones encontradas.
Lo afirma desde su experiencia como sicólogo que trabaja en el conocido hospital Vargas al atender a personas que llegaban con manifestaciones de mucho miedo producto de la incertidumbre.
Un estado emocional que llevó a que las personas empezaran a hacer compras nerviosas de alimentos, a resguardarse, y comenzó también la discusión de que sí se tenía que usar la mascarilla o tapabocas y esto trajo muchos desacuerdos, incluso en el gremio de los médicos.
También las personas presentaban niveles de ansiedad al punto de que los sicólogos y siquiatras comenzaron a recibir llamadas de personas con trastornos de pánico.
Refiere que en el hospital “fuimos los pioneros en atención sicológica vía telefónica dada la cuarentena, que ciertamente fue una medida acertada”.
Esta fórmula les permitió diseñar una especie de termómetro para medir la cantidad de personas que llamaban por razones de pánico.
Afortunadamente ese número ha bajado considerablemente. No obstante, esos problemas emocionales, con síntomas depresivos, se deben a la situación de la cuarentena.
Después de mes y medio de encierro las personas ya comienzan a manifestar cuadros de ansiedad, dificultad en las relaciones interpersonales. “Incluso, ya estamos viendo hasta señales de violencia entre las parejas producto de la cuarentena”.
Esta situación también tiende a complicarse en personas que no están produciendo. Y es que la mayoría de los venezolanos no vive de un sueldo fijo. Se defiende vendiendo cualquier tipo de bien, productos, artículos, mercancías “a través del trabajo diario y al verse esto detenido como resultado de la cuarentena los ingresos están disminuyendo muchísimo en todos los escenarios”.
¿Volveremos a ser los mismos?
Aunque se cumpliese con prontitud el deseo mundial del hallazgo y aplicación de una vacuna que minimice los efectos de la pandemia, Aldana considera que definitivamente el comportamiento de los seres humanos va a cambiar radicalmente. “En algunos aspectos no volveremos a ser los mismos de antes”.
Cree que se seguirán aplicando medidas de algún tipo de distanciamiento social y uso de medidas de protección en algunos ambientes para evitar el contagio aunque se levante la cuarentena.
Como señal positiva preve que se pueda reactivar el aparato económico para que los trabajadores puedan volver a sus ocupaciones y actividades laborales y comerciales “pero de alguna manera las personas tendrían que considerar la importancia del resguardo de la salud mental”.
Sugerencia que también le hace llegar a los servidores públicos y al personal de los entes gubernamentales, sobre todo del área de la salud que les ha tocado desempeñar un trabajo intenso y estresante en esta emergencia del COVID-19 .
Propone la perspectiva de mirar la situación del Coronavirus más que como un alerta o un monstruo de mil cabezas como un momento indispensable para crecer en la prevención aunada a la disciplina personal y social.
Aldana advierte que uno de los problemas que están confrontando actualmente es que hay personas que no están atendiendo a los llamados firmes de mantener la prevención del contagio “pero que viene de la mano con la disciplina”.
Se queja de que ya se están viendo en las calles personas que salen sin tapabocas “porque alegan que no pueden respirar y se bajan el tapabocas y en ese momento pueden ser vulnerables a contagiarse o contagiar a otra persona”.
Igualmente observa que hay otros ciudadanos que no se toman en serio las recomendaciones de los médicos de lavarse las manos con agua y jabón a cada rato. Por eso insiste en la disciplina personal.
La solidaridad aún en medio del aislamiento social
Sin embargo, junto a estas consejas se empeña en resaltar el valor de la solidaridad en los venezolanos. “En medio de situaciones el venezolano está allí para apoyar al otro”. Solidaridad que se manifiesta en la entrega gratuita de guantes, mascarillas, comida, agua, gasolina y otros insumos a quienes más lo necesitan.
En tono de humor hace referencia que aunque es un valor altamente positivo “en esta circunstancia nos ha costado no saludarnos con afecto”.
Razona esto desde las experiencias de que “el venezolano es de abrazarte, de darte la mano, de darte un beso en la mejilla…y nos ha costado no hacerlo porque estamos acostumbrados”.
José Blanco/Radio Fe y Alegría Noticias