50 Comunidades contemplativas rezan por los afectados de coronavirus en el mundo

106
“Nos hemos propuesto desencadenar un aluvión de oraciones”, señaló Thomas Heine Geldern, presidente ejecutivo de ACN Internacional

Respondiendo a la invitación de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), 50 comunidades contemplativas se unieron para rezar y así consolar a afectados por el coronavirus  COVID-19 en todo el mundo.

“Nos hemos propuesto desencadenar un aluvión de oraciones”, señaló Thomas Heine Geldern, presidente ejecutivo de ACN Internacional, y explicó que la oración es “un pilar de su labor” y su “carisma fundacional”.

Así, en una semana, 50 comunidades contemplativas de todo el mundo, entre las que están las “carmelitas, benedictinas, dominicas, clarisas y cinco comunidades masculinas de más de 30 países” se unieron para ofrecer “un aluvión de oraciones” para consolar a los que más sufren de esta pandemia en todo el mundo.

Además de sus oraciones, las comunidades también enviaron mensajes de solidaridad y unión a todo el mundo.

“Por supuesto que rezamos con ustedes para que pase esta terrible pandemia y para que la gente vuelva a Dios. En África será muy difícil controlar esta pandemia. Pero no nos desanimamos, porque Cristo es nuestra esperanza. Creemos en Aquel que dijo: ‘En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo’”, señalaron las carmelitas de Buea, Camerún.

“Prometemos que incluiremos sus intenciones en nuestras oraciones especialmente por los socios de proyectos. Sabemos que  muchos benefactores son personas de avanzada edad y viven solos. Por eso, rezamos una oración también por todos los benefactores. ¡Que Dios los guarde y los acompañe!”, dijeron las clarisas de Indonesia a ACN.

Hein explicó que todas las comunidades contemplativas participantes son socios de proyectos de ACN desde hace mucho tiempo y declaró que muchos “viven en países donde los cristianos sufren discriminación o violencia, como por ejemplo Nigeria, Chad, Marruecos, Sri Lanka y Burkina Faso, o en países donde las dificultades económicas se han visto potenciadas por la pandemia del coronavirus, como Ecuador, Venezuela y Ucrania”.

Es así que la fundación pontificia recibe “muchos mensajes llenos de preocupación y temor por el futuro, tanto de benefactores que están experimentando pérdidas familiares, enfermedades o tienen preocupaciones económicas, como de muchos de los 140 países en los que desarrollamos nuestros proyectos”, señaló Heine.

A modo de ejemplo, Heine narró algunos casos lamentables de sacerdotes que les comunicaron que “no han recibido manutención durante tres semanas” y de “religiosas que ni siquiera tienen dinero para comprar jabón o productos de higiene porque en sus países son artículos de lujo”.

Algunas comunidades religiosas como las carmelitas de Morondava, Madagascar, también se comunican preocupadas con ACN, pues su “país también está siendo golpeado por la pandemia”.

“Hay un confinamiento estricto. Ahora muchas personas temen que milicias terroristas se aprovechen de la situación para dedicarse a la rapiña. El coronavirus nos aterroriza, pero también rezamos para que no sean los ladrones los que contribuyan a matarnos”, señalaron las carmelitas a ACN.

A pesar de la dificultad, las religiosas expresaron su confianza en Dios y ofrecieron su oración por el mundo. “En estos tiempos de prueba global, nunca dejamos de pedir al Señor que ayude a su pueblo, como lo hizo en el desierto. Pensamos en todos los benefactores que están enfermos y necesitan ayuda, así como en todos los afectados por COVID-19”, añadieron.

“En este momento tan duro queremos encontrar consuelo y apoyo especialmente en el ‘corazón orante’ de la Iglesia: las órdenes contemplativas”, dijo Heine. “Creemos firmemente que lo primero que dará frutos de gracia es la oración. Esta es la base de la ayuda y el apoyo que queremos y tenemos que proporcionar”, concluyó.

No obstante, ACN también ha creado un fondo especial donde solicita donativos a todas las personas de buena voluntad, para que “sacerdotes y religiosos de los países necesitados puedan prestar asistencia pastoral y caritativa a las personas que les han sido confiadas, también durante la pandemia del coronavirus”, señaló ACN.

ACI Prensa