Padre Alberto Gutiérrez
Rezar el Avemaría es recordar en un suspiro todo el misterio de la creación y el don inefable de la redención en María encarnada.
Rezar el Avemaría es hacerle presente al Señor su Madre como madre nuestra y abogada de nuestras causas.
Rezar el Santo Rosario es dirigir al cielo la mente, el corazón y el alma en un concierto de la fe, de la esperanza y del amor que, en la meditación de un susurro, llega al Señor por el recuerdo de su Madre en cada avemaría, así como las olas llegan a la playa sin pretensión pero constantes, perseverantes como acariciando su meta y volviéndose sobre sí mismas para , en un nuevo impulso, regresar una y otra vez a mojar la arena para hacerse una sola y única realidad con la playa en la que se funden.
Padre Alberto Gutiérrez
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