El padre Cesáreo Gil a los altares

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Padre Cesáreo Gil

Juvenal Salcedo Cárdenas:

¿Cuál es la misión que tengo asignada dentro de la Iglesia, como  miembro que soy de ella? Hay quienes confunden a la Iglesia  con el edificio, lugar del culto.  Esa iglesia, edificio está   hecha de ladrillos. Pero la Iglesia como agrupación sagrada  está   construida con  los ladrillos que somos cada uno de nosotros.

Somos esos miembros-ladrillos. Iglesia católica, es decir, universal.

La Iglesia tiene una organización: 1.  Miembros consagrados (sacerdotes o clérigos). 2. Miembros no consagrados.

Jesús mismo  escogió a los doce y les encomendó  la misión de llevar  al mundo  el secreto del amor.

Con el tiempo se fue organizando la Iglesia por naciones: Iglesia de Corintio, de Éfeso, de Jerusalén, etc.

En cada   nación por  regiones: La Iglesia Venezolana, y dentro de  Venezuela la Diócesis de San Cristóbal, etc.  Allí la cabeza visible es el Obispo con sus asistentes  consagrados, los presbíteros. Los laicos católicos.

Hay una misión (trabajo)  que corresponde  a los católicos no consagrados: los seglares. Su apostolado se llama  apostolado seglar.  ¿Somos Iglesia? Si. En el Concilio Vaticano II  se definió su misión, y el Papa Francisco  ha querido ir precisando  y decantando su trabajo, e incluyendo a las damas.

Han venido las confusiones: sacerdotes que se vienen pareciendo  a seglares: no usan sotana, ni cleryman. El hábito no hace al monje, pero ayuda. Y al revés, seglares  que se creen  curas. Siempre buscando las cuatro patas al gato.

Cada uno en su misión.

¿A qué viene el tema de esta reflexión?  El movimiento de Cursillos de Cristiandad ha sido muy valioso para la Iglesia venezolana. Fue fundado por una comunidad religiosa española  llamada Operarios del corazón de Jesús. Su sede es Caracas, pero se extendió  por todo el territorio  nacional e internacional: América (latina y anglosajona). En Venezuela tiene su sede en la urbanización el Marqués. Jerárquicamente la dirigió el Padre Cesáreo Gil, pastor de almas, cuyo lema sacerdotal era: hazme operario incansable. Era un gallego (sinónimo de trabajador), miembro de la Real Academia de la Lengua Gallega. Prolífico escritor  de temas religiosos, sociales y políticos. Fundador de la editorial Trípode  que tanto bien ha hecho  con la edición de libros escritos por cursillista seglares o consagrados.

Toda esta reláfica es porque el Padre Gil, tiene abierta en Caracas, la causa de su canonización.

Teníamos  un santo allí en el Marqués y nosotros los Salcedo Valladares (Ligia y Juvenal) lo tuvimos como director Espiritual  por treinta años. ¡Cará! Papá Dios si nos consiente.

Con nosotros fue el Padre Gil muy exigente, porque quería lo mejor. Pronto podremos decir: San Cesáreo Gil, ruega por  nosotros. LAUS DEO.

Montréal, 9 junio 2020

Juvenal Salcedo Cárdenas

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